Recuerdo con gran agrado mi triunfo en el maratón del Campeonato Mundial de Atenas 1997, que se disputó sobre el mismo recorrido que siguió el soldado griego Filípides. No me extraña que se muriese inmediatamente después de dar la noticia de la victoria a los atenienses, porque el recorrido es durísimo. Salimos a las ocho de la mañana de Marathon, con 29 grados de temperatura y muchísima humedad, porque estábamos cerca del mar. Entre Marathon y Atenas hay una colina, que hay que ascender durante 25 kilómetros, y cada vez con más calor. Martín Fiz tiró todo lo que pudo para dejarme atrás, porque sabía que yo era más rápido al final, pero no pudo despegarme y le vencí. Cuando entramos en el estadio Panathinaikón, en el que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos, los de 1896, había ya 35 grados de temperatura.
Yo gané, Martín quedó segundo y Fabián Roncero sexto, y ganamos la Copa del Mundo por equipos. Fue una demostración de lo que era el maratón español. Fabián llegó muy mal, le tuvieron que poner suero, pero peleó admirablemente. Entrar en el estadio fue muy especial. Me sorprendió lo bien conservado que está y lo grande que es, con capacidad para 100.000 personas. Ahora se cumplen 2.500 años de la batalla de Marathon y los organizadores de la carrera que hay todas las temporadas en Atenas me han invitado a presenciarla, con ese motivo. Estaré allí el 31 de octubre y me acordaré de cuando fui campeón.
2004. Los Juegos Olímpicos volvieron a Atenas
Los Juegos regresaron a su cuna en 2004. La carrera de los 42.195 metros se celebró, como no podía ser menos, entre Marathon y el estadio Panathinaikón de Atenas, siguiendo el recorrido de Filípides. Ganó el italiano Stefano Baldini y el brasileño Vanderlei de Lima fue agredido por un desequilibrado, ex sacerdote irlandés, cuando iba en cabeza en el km 36. Acabó tercero.
1997. Antón ganó en el circuito clásico
Abel Antón se proclamó campeón mundial en 1997, en una carrera celebrada entre Marathon y Atenas. La meta estaba situada en el estadio Panathinaikón y el soriano fue coronado con olivo, como un héroe clásico. Dos años más tarde repitió éxito en Sevilla.
1994. España logró el único triplete
En único triplete en grandes campeonatos lo consiguió España en los Europeos de Helsinki 1994. El alavés Martín Fiz fue oro; el guipuzcoano Diego García, plata, y el madrileño Alberto Juzdado, bronce. García murió años después, ya retirado de la élite, mientras corría.
1984. Benoit gana el primer oro olímpico
El maratón femenino se disputó por primera vez en unos Juegos Olímpicos en Los Ángeles 1984. Venció la estadounidense Joan Benoit, que se había iniciado en la carrera a pie como forma de rehabilitación tras fracturarse una pierna mientras esquiaba.
1978. La noruega Grete Waitz demuestra que las mujeres también pueden brillar
La noruega Grete Waitz (a la izquierda) fue la gran impulsora del maratón femenino. Cuando la carrera aún no había sido admitida en los campeonatos oficiales, venció por primera vez en el Maratón de Nueva York, en 1978, con récord mundial de 2h 32:29.8. Volvió a ganar allí en otras ocho ocasiones, la última en 1988. Batió cuatro veces el récord, que dejó en 2h 25:28.7. Fue campeona mundial en Helsinki 1983 y plata olímpica en Los Ángeles 1984.
1960. El etíope Abebe Bikila triunfó en Roma por la noche y corriendo descalzo
Abebe Bikila fue el primer etíope en proclamarse campeón olímpico. Venció en el maratón de los Juegos de Roma corriendo descalzo. Se compitió por la noche, en un recorrido que pasaba por los monumentos clásicos de la ciudad, con los atletas iluminados por antorchas. Cuatro años después volvió a vencer, esta vez en Tokio, y ya calzado. Bikila participó presuntamente en un golpe de Estado contra Haile Selassie, el temible dictador abisinio, que le perdonó la vida por ser un mito del deporte. Sufrió posteriormente un accidente de tráfico, quedó inválido y murió de un derrame cerebral.
1952. Emil Zatopek ganó en su primera carrera y después de vencer en 5.000 y 10.000 metros
El checo Emil Zatopek consiguió un triplete inédito en los Juegos de Helsinki 1952, al ganar en 5.000, 10.000 y maratón, aquí en la primera carrera de su vida. Iba en cabeza junto al récordman mundial, el inglés Jim Peters, y le preguntó: "Este ritmo, ¿es suficiente?". Su rival iba exhausto, pero respondió: "Va lento". Zatopek respondió: "Tú lo has dicho", y se fue hacia la meta, vencedor indiscutible.
1908. Tragedia y gloria de Pietri
En los Juegos de Londres 1908, el italiano Dorando Pietro entró en primera posición en el estadio, pero en muy mal estado. Cayó al suelo varias veces y en la última fue ayudado por los jueces. En la imagen, con altavoz y auxiliándole, el escritor Arthur Conan Doyle, padre de Sherlock Holmes. Pietri fue descalificado, pero una colecta le convirtió en millonario. La reina Alexandra le regaló una copa de plata.
1896. Louis, el primer héroe era pastor
El griego Spiridon Louis venció en el primer maratón olímpico, el de en Atenas 1896. Su figura está envuelta en la leyenda y se ha dicho que era pastor, aguador, mensajero, agricultor... Lo más probable es que fuera un pastor que estaba ocasionalmente en el ejército y que hacía de mensajero.
Se cumplen 2.500 años de la batalla que inspiró la carrera.
Alegraos, ¡hemos vencido!", dijo el soldado Filípides al llegar corriendo a Atenas desde Marathon. Y cayó muerto. La victoria que anunciaba era la conquistada por los atenienses sobre los persas en la batalla de las llanuras de Marathon, hace ahora 2.500 años. Su misión como mensajero era vital, porque si hubieran vencido los persas, las mujeres y los niños de Atenas se habrían suicidado en masa, para escapar así de los inevitables abusos de los invasores. En honor de Pheidippides se instauró en los Juegos Olímpicos de Atenas 1896 una carrera con el nombre del lugar de la batalla, una de las más importantes de la Historia, reproduciendo el durísimo recorrido del militar ateniense. Corrieron entonces 17 locos, la mayoría de ellos griegos.
Actualmente, la carrera de maratón (42.195 metros) se ha convertido en la más clásica del atletismo, la que corona a uno de los héroes de los Juegos y la de mayor aceptación popular: en la última edición de Nueva York llegaron a la meta 43.250 corredores, récord histórico.
La batalla se disputó a finales de agosto o principios de septiembre del año 490 antes de Cristo. Darío I, el emperador persa, envió a las costas griegas una expedición naval al mando del general Datis, compuesta por 25.000 soldados. Su misión: invadir la Hélade.
Atenas opuso una fuerza, al mando de Milcíades, compuesta de 10.000 hombres, de los que 7.200 eran hoplitas, terribles guerreros de infantería, especialistas en el cuerpo a cuerpo. La superioridad táctica ateniense les dio una victoria clave en la Historia: los persas se retiraron dejando 6.400 muertos entre las llanuras de Marathon y las playas, mientras que Atenas sólo perdió 192 hombres. Milcíades mandó a Filípides a a dar la buena nueva a Atenas. La misión le costó la vida.
Nada menos que 2.386 años después se recreó la gesta del soldado-corredor y se creó la carrera de maratón en los Juegos de Atenas 1896, los primeros de la edad moderna. Se corrió sobre 40 km. La distancia de los actuales 42.195 metros se disputó por primera vez en Londres 1908, por un capricho de la monarquía: la reina Alexandra quiso que la carrera partiese del Castillo de Windsor y desde allí al estadio Shepherd's Bush había 26 millas y 385 yardas, el equivalente a 42.195 metros. La distancia sólo se consolidó desde los Juegos de París 1924.
La carrera siguió siendo para élites hasta que en los años setenta comenzó a hacerse popular en las calles de Nueva York. La maratonmanía se ha extendido sin cesar desde entonces y ahora se celebran miles de maratones multitudinarios. Y la inmensa mayoría de los que participan no saben quién era Filípides, el soldado que, indirectamente, creó la carrera.
Fuente: http://www.as.com
20 ago 2010 (606)