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Rafa Nadal
Rafa Nadal sigue empeñado en grabar su nombre en la historia del tenis. El número uno del mundo ganó su quinto Masters 1.000 de Montecarlo consecutivo después de vencer a Djokovic en tres duros sets por (6-3, 2-6 y 6-1).
El coloso de Manacor sigue mostrándose indestructible sobre tierra batida. Nadal se las tuvo que ver con el mejor Djokovic jamás visto sobre tierra batida. Por momentos el tenista serbio se mostró superior y parecía que iba a ser capaz de terminar con la tiranía de Nadal sobre la arcilla de Mónaco, sin embargo, en los momentos clave del choque salió la fiera para aplacar cualquier tipo de rebelión.
La bendita locura empezó desde los primeros juegos del primer set. Nadal empezó muy dubitativo con su servicio concediendo a Djokovic demasiadas opciones al resto. 'Nole' se marchó 3-1, pero Rafa ni se inmutó y comenzó a carburar. El número uno desplegó un juego primoroso con una derecha en forma de aguijón que acabó propinando un 5-0 de parcial al tenista serbio para ganar el primer parcial por 6-3. El mejor Djokovic sobre tierra Todo marchaba según lo previsto hasta que Nadal se vino abajo después de perder su saque en el primer juego del segundo set. El break dio alas a Djokovic que empezó a pegarle de línea en línea ante un Nadal que volvió a sufrir mucho con su saque. El número tres del mundo se acomodó en el centro de la pista y con su agresividad habitual cerró el segundo set (6-2).
La dinámica se presentaba peligrosa para un Nadal que estaba siendo dominado claramente por Djokovic. El primer juego fue dramático. Los dos sabían que era casi medio partido. Y en esas circunstancias Nadal se mueve como pez en el agua y, tras más de doce minutos, el juego cayó del lado del mejor jugador del mundo.
El palo fue tremendo para un Djokovic al que sólo le quedaba la opción de jugárselo al 'palo tras palo'. Nadal vio venir las intenciones del serbio y dejó que el balcánico se suicidase. El guión se cumplió y Rafa se llevó el tercer set, el partido, su quinto entorchado consecutivo en Montecarlo y, de paso, igualó a Federer con 14 Masters 1.000 en su mochila.