Convertirse en el nuevo hijo del viento le ha cambiado mucho la vida a Usain Bolt. Ahora no puede pasearse por Jamaica sin que le paren para pedirle autógrafos. Él, que sabe que es un ídolo nacional, los firma pacientemente. También suelen pararle para pedirle dinero. Eso, lógicamente, le molesta un poco más. Aunque él sabe que no todo el mundo en Jamaica es tan afortunado y no tiene problema en ayudar a los suyos.
Pero hay una cosa de sus compatriotas que le trae por la calle de la amargura: que le regañen cuando sale por la noche. Al parecer a Bolt le gusta divertirse en horario nocturno y no soporta que la gente le mire mal por ello: “Pretenden que esté entrenando todo el día”, ha dicho recientemente, “pero eso no puede ser. Se creen que porque salga un poco voy a correr más despacio, pero eso no es verdad”. El tiempo lo dirá.
Getafe - 28 nov 2008 (22) Actualizado: 04 feb 2022 - 16:28