Escrito por: Juan Gómez
Este largo puente, en Madrid un día más por el 2 de mayo, fiesta de la Comunidad, comenzó para mí con un feliz encuentro literario: la presentación de la obra poética completa de
Nicolás del Hierro, editada bajo el título de
“El color de la tinta”.
Esta voluminosa obra de 600 páginas, subtitulada
“Poesía 1962-2012”, se publica con motivo del cincuentenario de la aparición de
“Profecías de la guerra”, primer poemario del autor piedrabuenero, que ha mantenido una incesante labor creativa como pone de manifiesto el hecho de que, en este libro, aparezcan dos nuevos textos:
“Desde mis soledades” y el que da nombre al conjunto del volumen.
En el viejo Ateneo de la calle del Prado de Madrid, fundado en 1835 y por cuya presidencia pasaron figuras tan destacadas como
El Duque de Rivas o
Echegaray,
Valle Inclán y
Unamuno o
Marañón y
Azaña, acogió en su sala de conferencias con motivo de la presentación del libro un verdadero homenaje de cariño y admiración a la muy respetada figura poética y humana de
Nicolás del Hierro.
Allí tuve la ocasión de compartir unas horas con amigos y, a la vez, personas tan representativas de las letras manchegas como los poetas
José Luis Morales o
Miguel Galanes, que hicieron brillantemente la presentación de la obra; con el prologuista de la misma,
Pedro Antonio González Moreno; con
Francisco Caro y otros muchos poetas y escritores de la tierra. Aparte de convertir la reunión entre todos en un acto de reconocimiento y aprecio a Nicolás, como siempre ocurre en estas ocasiones uno tiene la sensación de rendir tributo a las esencias culturales de su tierra manchega en uno de los templos de la cultura universal como es el
Ateneo madrileño.
Fue un grato comienzo de un lluvioso fin de semana, algo tan deseado por los hijos de esta tierra seca que es La Mancha y que el poeta tan bien expresa en uno de los poemas recogidos en el libro:
“Si lloviera”, de
“Toda la soledad es tuya”. Enhorabuena, Nicolás. Y hasta la próxima...