Blanka Vlasic durante la Diamond League, Roma 2011.
La croata Blanka Vlasic, campeona mundial y europea de salto de altura, reconoció que luchar por arrebatar el récord del mundo a la búlgara Stefka Kostadinova (2,09 m.) le motiva pero que no le obsesiona.
"El récord mundial me motiva, por supuesto, pero no me obsesiona. Creo que todo el mundo piensa más en ello que yo porque siempre me preguntan", dijo.
"Me dicen que la diferencia es solo un centímetro, que no es mucho, pero no es así, es un duro trabajo. Recuerdo que cuando salté 2,08 fue en un día perfecto, en la perfecta competición, en perfectas condiciones y me sentía bien, y esto no ocurre cada día", indicó en una entrevista a la Fundación Laureus.
"Estaba preparada hace dos años para conseguirlo y quizá lo esté este año. Eso espero. Pero la cuestión es que todas las circunstancias se den y encuentre la prueba perfecta", recalcó.
La croata señaló que puede "saltar más", aunque no está "segura de cuándo puede ocurrir", e insistió en que lucha por ello. Vlasic admitió que una de sus grandes aspiraciones es conseguir el oro olímpico en Londres, pero también aseguró que quizá se decantaría más por ser plusmarquista mundial.
Vlasic dominó la prueba en los últimos años salvo, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde cedió ante la belga Tia Hellebaut.
"Si tengo que elegir entre un récord mundial y un oro olímpico probablemente me decantaría por el récord mundial. Hay muchos campeones olímpicos, pero sólo una plusmarquista", señaló Vlasic.
La croata explicó que ganar en unos Juegos es complicado porque se produce cada cuatro años, "lo que lo hace muy especial", y consideró que no cree Londres sea su última oportunidad.
Esta temporada afronta la defensa de su título mundial en Daegu (Corea del Sur). "Es mucho más duro cuando eres considerada la favorita. Si nadie cuenta contigo estás más libre de presión. Pero desde 2007, cuando gané el título mundial en Osaka, convivo con esta presión de las grandes expectativas", explicó. "Además, cuando añades mis propias expectativas hace que la bola crezca y se convierta en una gran presión. Pero la experiencia te da la capacidad para manejarla", apuntó.
Indicó que estaba orgullosa, pese a perder el oro en Pekín, de "haber hecho historia en el salto de altura porque 2,05 no fue suficiente para ganar el oro. 2,05 es un gran resultado", opinó.
"Cuando gané en Osaka salté 2,05 y cuando gané en Berlín 2,04. Así que, básicamente, fueron grandes resultados. Hice mi trabajo y no tengo nada que reprocharme ni estar triste. Cuando haces todo lo que puedes solamente puedes decir que tan solo el destino impidió la victoria. Lógicamente fue duro esa noche y los siguientes días, pero no entendía por qué la gente decía que había sido la derrota más grande de mi carrera", agregó.
Para Vlasic, "cada competición es como una cuestión de vida o muerte". "Era competitiva desde niña, no jugaba ni juegos de mesa si no iba a ganar, porque no sabía perder", dijo.
En el aspecto personal, la balcánica también explicó el origen de su nombre, Blanka. Su padre Josko, consiguió el oro en el decatlón de los Juegos Mediterráneos de Casablanca. Cuando nació quiso poner el nombre de la ciudad marroquí pero su abuela le dijo que quitara la primera mitad del nombre.
Se congratula de formar parte de una familia de deportistas y de su Split, su "santuario" y donde vivirá cuando se retire.