Alfonso Piqué es atleta, tiene 21 años y un sueño en la cabeza: dar la vuelta al mundo corriendo. Dice que, aunque ya haya empezado con los preparativos, «no será hasta dentro de cinco años como mínimo» cuando pueda llevar a cabo su aventura. De momento, anda en busca de patrocinadores y se mueve en internet como pez en el agua: en Facebook ya le apoyan 2.500 personas y gracias a la Red, admite, ha podido contactar con otros corredores que le ofrecen sus recomendaciones.
«Voy a necesitar un equipo que me acompañe con un médico, un traductor, un cámara y alguien que vaya pendiente de las rutas y para eso, aparte de entrenarme durísimo, necesito patrocinadores».
Asegura que él no quiere dinero, y si finalmente consigue apoyos económicos tiene decidido que lo que no necesite para su hazaña lo destinará a asociaciones que ayuden a combatir enfermedades como el cáncer o la esclerosis múltiple.
Unos 48.000 kilómetros esperan a este atleta que se considera corredor de fondo y que empezó en este deporte a los diez años. En su particular vuelta al mundo, explica, «tendría que correr unas diez horas diarias, para hacer unos 80 kilómetros».
Aunque todavía no ha diseñado la ruta definitiva, afirma que lo primero que recorrerá será Balears, isla por isla, y que después, ya no parará hasta conseguir su reto. «La gente no me cree, dice que es una locura, pero con el tiempo», avisa Piqué, «espero poder demostrar que estaban equivocados».