Foto: http://www.juegalaroja.com
Dios es de Tomelloso y de derechas.
Una cosa menos me queda por ver. España, la selección española de fútbol, es campeona del Mundo. Eso es una cosa muy grande, enorme. Y encima ganándoles por la mínima y a falta de tres minutos de los penalities a un equipo odioso y leñero llamado Holanda/ los Países Bajos, que hicieron que me cayera mejor que bien un tal Fadrique Álvarez de Toledo que les repartió estopa algunos siglos antes de que unos ociosos ingleses se inventaran esto del balompié.
El fútbol es la guerra, pero por otros medios, que dijo alguien. Otro dijo, y de éste si me acuerdo, el gran Pier Paolo Pasolini, que el mayor goleador de la temporada "era el mejor poeta del año". El fútbol es odioso, un deporte absurdo, lleno de aprovechados, mercenarios, cuentistas, errores arbitrales, probablemente partidos amañados. A mí cada día me gusta menos, pero soy capaz de irresistirme a la magia de las Eurocopas y de los Mundiales. Se calcula que alrededor de mil millones de personas vieron en directo por televisión el gol de don Andrés Iniesta Luján, un mancheguillo de 26 añitos y apenas sesenta y pocos quilos que juega al fútbol como sólo los elegidos pueden (y juegan). Mil millones de personas son muchas personas. Me decía mi amigo JMM, vallisoletano de origén burgalés para más señas, que la cara de tonto no se le va a quitar al menos en una semana. Sopla, como a mí. Ganar un mundial de fútbol es entrar de golpe y porrazo en la Historia Sagrada de los Héroes. Es formar parte de ese increible club en el que deambulan Diego Armando Maradona, Dino Zoff, Franz Beckenbauer, Romario, Lotthar Mathaus, Zinedine Zidane, Mario Alberto Kempes, Paolo Rossi, Bobby Charlton, Ferenc Puskas, Pelé, Johan Cruyff, Tostao... La historia viva del balompié mundial...
El fútbol es la guerra, pero por otros medios, que dijo alguien. Otro dijo, y de éste si me acuerdo, el gran Pier Paolo Pasolini, que el mayor goleador de la temporada "era el mejor poeta del año". El fútbol es odioso, un deporte absurdo, lleno de aprovechados, mercenarios, cuentistas, errores arbitrales, probablemente partidos amañados. A mí cada día me gusta menos, pero soy capaz de irresistirme a la magia de las Eurocopas y de los Mundiales. Se calcula que alrededor de mil millones de personas vieron en directo por televisión el gol de don Andrés Iniesta Luján, un mancheguillo de 26 añitos y apenas sesenta y pocos quilos que juega al fútbol como sólo los elegidos pueden (y juegan). Mil millones de personas son muchas personas. Me decía mi amigo JMM, vallisoletano de origén burgalés para más señas, que la cara de tonto no se le va a quitar al menos en una semana. Sopla, como a mí. Ganar un mundial de fútbol es entrar de golpe y porrazo en la Historia Sagrada de los Héroes. Es formar parte de ese increible club en el que deambulan Diego Armando Maradona, Dino Zoff, Franz Beckenbauer, Romario, Lotthar Mathaus, Zinedine Zidane, Mario Alberto Kempes, Paolo Rossi, Bobby Charlton, Ferenc Puskas, Pelé, Johan Cruyff, Tostao... La historia viva del balompié mundial...
Escrito por Ignacio Bonoso Romero de Contreras en http://ignacioromero.blogspot.com