Foto: Blas
Daniel Aguilar
Arcadio Silvosa
EFE
La atleta lucense Alessandra Aguilar consiguió ayer la victoria en el maratón de Hamburgo, en la misma prueba en la que también compitió su padre, Daniel Aguilar, ya que se trata de una familia en la que el atletismo es todo un modo de vida.
Daniel, el padre, consiguió que Alessandra concluyera su primera prueba a la temprana edad de 3 años, aunque para ello el progenitor tuvo que llevar un chupete en la mano que sirvió de señuelo para que Alessandra, con lloro incluido, fuera corriendo detrás de la trampa tendida por su progenitor.
La trayectoria deportiva de Daniel, recientemente jubilado, está jalonada por varios éxitos, incluso en edades avanzadas cuando decidió pasarse a la marcha.
En la familia todavía queda Eldo, varias veces campeón gallego, también en pruebas de fondo, aunque ahora tan sólo corre para mantenerse en forma y aporta sus conocimientos de atletismo en un programa radiofónico en el que sustituyó a su padre.
La afición familiar por el atletismo hace que padre e hija coincidan en varias ocasiones en las mismas pruebas. De hecho, ocurrió en el maratón de Hamburgo, donde Alessandra llegó a la meta con su mejor marca personal (2.29.01), en tanto que el padre lo hizo con algo más de dos horas de retraso.
"Hizo un tiempo de 4 horas y 45 minutos, porque la prueba era muy difícil, pero tiene mérito que hubiera entrado con el control abierto que se cerraba a partir de las 5 horas", relató a EFE Alessandra con una mezcla de ironía y admiración.
Mientras tanto, Alessandra valora la hazaña de Hamburgo como "muy importante" y le sirve para ratificarse que "fue un acierto" la decisión de haber pasado a competir en la prueba de gran fondo.
Además, Alessandra no solo ganó, sino que lo hizo sacando 5 minutos a la segunda clasificada e imponiéndose a la actual campeona de Europa, Ulrike Maisch, que finalizó en tercera posición.
"La verdad es que me extrañó mucho que nadie me siguiera desde el primer metro. La realidad es que hacía calor y había unas cuestas que convertían la prueba en muy difícil", relató la atleta olímpica, que dispuso de dos 'liebres' masculinas que la acompañaron hasta el kilómetro 40 y que le ayudaron "mucho" a completar el éxito.
Ahora dedicará una semana a descansar, luego participará en pruebas de fondo, pero de menor distancia, y el siguiente maratón no llegará hasta el 23 de agosto cuando competirá en Berlín representando a la selección española en el Campeonato del Mundo.
Mientras tanto, su padre continuará preparándose "a su aire" en Lugo, pero combinando el deporte con su afición al teatro, los coches antiguos, su "obsesión" por las colecciones de trenes y repartiendo, como cada año, juguetes por la calle disfrazado de Papá Noel en la jornada del 24 de diciembre.
Fuente: adn.es
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