Tal y como señaló
Pedro Ferrándiz González en su presentación,
Alejandro Blanco Bravo "se apeó del aristocrático sillón del Comité Olímpico Español" para aproximarse más a las federaciones y los deportistas. Desde su presidencia, el elitismo que acompañaba tradicionalmente al cargo ha sido sustituido por un modelo que se ha basado en la cercanía y en la experiencia federativa. No en vano, Blanco, antes judoca y luego árbitro, fue durante doce años presidente de la Federación de Judo.
Ahora, tres años y siete meses después de su nombramiento al frente del COE, llega el momento de la reelección. Blanco se presentará a la Asamblea del próximo día 29 sin oposición y con el 98% de los apoyos, entre los que no se incluye el aval de la Federación de Baloncesto.
"Nuestra relación es perfecta. Hemos elogiado su labor y no hay problemas. Las afinidades son otra cuestión...".
Polémicas aparte, es el momento de hacer balance de lo conseguido y de lo que queda por lograr. Sobre eso se debatió en el Foro Ferrándiz-AS.
Antes de proseguir, conviene apuntar que Alejandro Blanco Bravo nos confirma que los apellidos no son casualidad. Madridista "de pedigrí" y peleador de carrera, el presidente del COE fue quien reconoció como ushiro-nage ("proyección hacia atrás") el penalti de Marchena sobre Raúl en una lejana noche de 2004. Incluso reconstruyó la acción con dos judocas. Que el hecho no se olvida lo demuestra que una de las preguntas dirigidas a Blanco desde Internet estuviera firmada, irónicamente (quiero pensar), por
Tristante Oliva, colegiado de aquel partido.
Sirva la anécdota para resaltar la campechanía del presidente del COE, que gana cuando se aleja del discurso político. Es entonces cuando surge el dirigente innovador, atrevido, el mismo que abrió un concurso para poner letra al himno de España, una letra que pudiera ser coreada en los eventos deportivos.
"Sigo creyendo en ese proyecto y dimos los pasos adecuados, pero una filtración nos dejó KO. Al menos sirvió para incentivar el debate. Somos un pueblo que canta en la calle y a mí no me gusta el 'la, la, la' con el que se acompaña el himno. Ahora se canta aquello de 'soy español' y eso confirma la necesidad de una letra común. Si hay alguna opción, volveremos a plantearlo".
Blanco, que destaca la capacidad movilizadora del deporte en la sociedad, asegura que "los triunfos deportivos han sacado a la calle el concepto de españolidad".
"Zapatero dijo que se iba a crear un ministerio de deportes, pero habrá entendido que es mejor que el deporte dependa de Presidencia. Es un reconocimiento de la importancia del deporte español, al margen de sus resultados. España es un país a imitar, no sólo por nuestros campeones, sino por la variedad de nuestros campeones".
Estrella.
A este respecto, el presidente del COE no evita el guiño a Nadal. "Había muchos deportistas en los Juegos, pero el más mediático era
Rafael Nadal Parera. Todavía es mejor fuera de la pista que dentro y su actitud resulta ejemplar. Otros, como Bolt o Phelps, deberían ser conscientes de lo que implica una declaración inapropiada o una mala foto (ambos se han visto vinculados con el consumo de marihuana)".
Superado Pekín, el siguiente desafío del deporte nacional tendrá su culminación el 2 de octubre; ese día,
Jacques Rogge, presidente del olimpismo mundial, pronunciará en Copenhague el nombre de la ciudad sede de los Juegos de 2016, a los que aspira Madrid.
"Recuerdo que fue en un Foro como este cuando lanzamos la idea del 2016. Madrid cuenta con una grandísima candidatura y en mi cabeza no cabe otra cosa que la victoria de Madrid, porque no hay otra opción mejor. En la última evaluación estamos a sólo dos décimas de Tokio, pero lideramos muchos apartados del dossier. Acabamos de llegar de los mejores Juegos de la historia, que, por la grandeza de las instalaciones y del país, no se repetirán en cien años, pero Madrid cuenta con el pueblo, con la pasión, con el respaldo popular y político. Estamos en condiciones de ganar".
En mayo una comisión del Comité Olímpico Internacional llegará a Madrid para supervisar el proyecto in situ.
"Para empezar, espero que no se convoquen las huelgas que se anuncian, porque no beneficiarán a nadie. Independientemente de eso, los miembros del COI verán todo lo que estamos haciendo, y comprobarán que el 70% ya está realizado, porque aquí no hay proyectos virtuales".
Blanco se refiere a Londres, que ganó los Juegos de 2012 con un plan virtual, pero con la inspiración del legendario
Sebastian Coe y el decidido apoyo del entonces presidente
Tony Blair. Ahora es el glamour de Obama lo que amenaza a Madrid. "El respaldo de un presidente de un país es importantísimo, está claro, y estoy seguro de que nosotros contaremos con los apoyos necesarios. Pero no olvidemos tampoco que Chicago tiene una buena candidatura. Aunque Madrid es mejor. Por otro lado, una elección mala y a destiempo haría daño al COI".
Talante.
El discurso de Alejandro Blanco está plagado de alusiones a pactos, acuerdos y convenios de colaboración. "Los tenemos con 30 universidades para establecer centros de estudios olímpicos, organización de debates... También tenemos convenios con la Fundación Chain, promovida por
Moisés Israel, la Fundación Aleph de
Gabriel Masfurroll o con la Fundación Instituto Cultura del Sur que apoyan
Felipe González,
José Saramago y
Butros Ghali, entre otros. Por no citar al Real Madrid, al Atlético o la Cámara de Comercio. Nuestro objetivo es simple: llegar hasta donde no se había llegado antes".
Alejandro Blanco considera que se han cumplido el 90% de las propuestas planteadas cuando llegó al cargo.
"Teníamos como objetivos una gestión diferenciada y transparente, estar al servicio de las federaciones y un COE con proyección internacional y sensible a las necesidades de la sociedad".
"De todos los proyectos que hemos puesto en marcha me quedaría con la Oficina de Atención al Deportista, que cuenta con 749 inscritos, con actividades y cursos, el último de agentes comerciales. El objetivo es preparar al deportista para la gran competición que es la vida".
"También quiero destacar la campaña Todos Olímpicos, que pretende transmitir los valores del deporte entre todos aquellos practicantes que no pertenecen a la élite. La base, la mujer, la integración, el medio ambiente y la divulgación son otras de nuestras preocupaciones".
El proyecto de futuro gira sobre los mismos ejes, aunque incluye propuestas novedosas. "Queremos crear un distintivo de Ayuntamiento de Vocación Olímpica para aquellos municipios que asuman un compromiso deportivo que atienda tanto a los deportistas de base y a las familias, como a los deportistas de élite, que encontrarían en sus municipios una posibilidad de empleo después de retirarse".
En este sentido, Pedro Ferrándiz propuso a Alcobendas como Ayuntamiento ejemplar, sugerencia que aceptó de buen grado Alejandro Blanco. "En primer lugar pensamos reconocer a Madrid por su aspiración olímpica, pero desde luego que Alcobendas reúne muchos méritos...".
La inclusión del deporte como asignatura voluntaria en la universidad y el inminente estreno de un programa en TVE fueron otros de los puntos de su decálogo para el futuro.
El dopaje también formó parte del debate. "Casos como el de
Maribel Moreno (positivo al inicio de los Juegos) suponen una decepción enorme, pero el deporte español es ejemplar. El deportista es culpable, aunque no el máximo culpable. Y aquí tenemos una ley que persigue con cárcel a quien pone en riesgo la salud del deportista".
"Hemos tomado grandes iniciativas, pero cuando los casos llegan a la justicia ordinaria, jugamos otro partido, con otros plazos. Por eso hemos propuesto a
Jaime Lissavetzky Díez que determinadas actuaciones sean juzgadas por tribunales deportivos"...
Fuente: http://masdeporte.as.com