Emilio Botín
El gran aval para que Fernando Alonso recale (otra vez más, y ya van unas cuantas) en Ferrari no es ni su condición de doble campeón, ni su capacidad para pilotar, ni su experiencia a la hora de desarrollar un monoplaza. Cierto es que ayudan pero el gran aliado del asturiano es un cántabro, Emilio Botín, a la sazón dueño del Banco Santander, entidad dispuesta a todo para ver al de Oviedo con sus colores institucionales.
¿Hasta que punto el dinero manda en la Fórmula 1? Es cierto que influye extraordinariamente en circo de la velocidad, sino que se lo pregunten a Christian Albers que incapaz de lograr patrocinador fue despedido el curso pasado de Spyker. Pero esto va más allá. El Santander (su dinero) se perfila como el diseñador de la composición de la escudería transalpina.
Botín quiere llegar a Ferrari de la mano de Alonso y eso pasa por arribar a Maranello este verano o, a lo sumo, el próximo curso. Teniendo en cuenta que Massa y Raikkonen han renovado recientemente hasta 2011 alguien tendrá que asumir esa rescisión de contrato. Como no, el tío Botín.
A partir de ahí Raikkonen tiene su futuro más lejos que cerca de Ferrari. Su condición de finlandés se perfila como su gran lastre. Sin un mercado que conquistar, a diferencia de lo que sucede con el país natal del brasileño Massa, el Santander prefiere que sea éste último el compañero del Nano.
Es como jugar al PC Fútbol (cuántos años tenemos) pero con equipos reales de Fórmula Uno. Todo a base de talonario. Lo demás, da igual. La idea de Botín hace que muchas cosas cuadren como es la decisión de Alonso de seguir en Renault, o incluso sus preferencias para este año. Todo está listo para que el rojo llegue a Asturias.
Vía | Marca
Foto |Luis Solona
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