Ruth Beitia Vila
Ruth Beitia, la única española que ha saltado más de dos metros, inauguró con un tercer puesto en Oslo su gira internacional en un año que "tiene que ser", asegura, "el de la primera medalla al aire libre" porque se lo merece después de once años de entrenamientos.
"Este tiene que ser mi año y los de Pekín tienen que ser mis Juegos Olímpicos. Con 29 años he alcanzado la plena madurez atlética y personal y en Pekín se me presenta una oportunidad de oro para reflejar todo lo que he hecho en mi vida deportiva", confesó antes de competir en los Bislett Games, donde saltó 1,94.
Beitia es consciente de que está en su mejor momento pero asegura que no tiene prisa a la espera del "gran momento", en alusión a los Juegos. "Todavía estamos entrenando muy fuerte y hasta julio no empezaremos a bajar. Este año hemos metido sesiones dobles (mañana y tarde) durante cinco semanas, en lugar de tres, pero el trabajo sigue siendo el mismo. Está todo inventado".
Las medallas olímpicas estarán caras, pronostica, y la de oro tiene dueña: la croata Blanka Vlasic, que a juicio de la cántabra se encuentra a un nivel superior al resto. "Ha hecho dos temporadas soberbias y el oro, aunque yo no debería decirlo, lo tiene asegurado. Por debajo de ella hay un saco en el que estamos unas cuantas y en el que ganar una medalla es una especie de lotería".
Beitia tiene una presea de plata en campeonatos de Europa y otra de bronce en Mundiales, pero siempre en pista cubierta, y eso que dice competir "igual, con bastante regularidad, en una y otra".
"Ahora, es una pena decirlo, soy de las mayores del circuito", explicó, "pero gracias a eso he aprendido mucho: a controlar los nervios, a abstraerme de la competición de las demás en ese mundo de locos que es una pista de atletismo, en la que se te cruza gente por todos lados".
Fuente: marca.com
ENLACE:
"Este tiene que ser mi año y los de Pekín tienen que ser mis Juegos Olímpicos. Con 29 años he alcanzado la plena madurez atlética y personal y en Pekín se me presenta una oportunidad de oro para reflejar todo lo que he hecho en mi vida deportiva", confesó antes de competir en los Bislett Games, donde saltó 1,94.
Beitia es consciente de que está en su mejor momento pero asegura que no tiene prisa a la espera del "gran momento", en alusión a los Juegos. "Todavía estamos entrenando muy fuerte y hasta julio no empezaremos a bajar. Este año hemos metido sesiones dobles (mañana y tarde) durante cinco semanas, en lugar de tres, pero el trabajo sigue siendo el mismo. Está todo inventado".
Las medallas olímpicas estarán caras, pronostica, y la de oro tiene dueña: la croata Blanka Vlasic, que a juicio de la cántabra se encuentra a un nivel superior al resto. "Ha hecho dos temporadas soberbias y el oro, aunque yo no debería decirlo, lo tiene asegurado. Por debajo de ella hay un saco en el que estamos unas cuantas y en el que ganar una medalla es una especie de lotería".
Beitia tiene una presea de plata en campeonatos de Europa y otra de bronce en Mundiales, pero siempre en pista cubierta, y eso que dice competir "igual, con bastante regularidad, en una y otra".
"Ahora, es una pena decirlo, soy de las mayores del circuito", explicó, "pero gracias a eso he aprendido mucho: a controlar los nervios, a abstraerme de la competición de las demás en ese mundo de locos que es una pista de atletismo, en la que se te cruza gente por todos lados".
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