miércoles, 12 de marzo de 2008

El pollo y las verduras al vapor, la gasolina de Fernando Alonso en el Mundial


Fabrizio, a la derecha, acompañado por sus ayudantes en la cocina, Giorgio y Alessandra.
(publicado en 20 minutos.es)
En carreras, el piloto come poco para "no sentirse pesado".
Le gusta la pasta, las patatas al horno y la carne muy hecha.
Se "pirra" por los postres, sobre todo el Tiramisú, aunque sólo se lo dejan comer una vez a la semana.
Todo el mundial de Fórmula 1, en nuestro especial.
Fernando Alonso calienta motores. La temporada de Fórmula 1 empieza este fin de semana con el Gran Premio de Australia y ha llegado el momento de comprobar si el piloto asturiano está listo para plantar cara en el Campeonato del Mundo.
En 20minutos.es hemos seguido al detalle la preparación de Fernando a lo largo de esta pretemporada hasta el punto de introducirnos en la cocina del equipo Renault. El objetivo, saber cómo reposta y recupera fuerzas un bicampeón del mundo: descubrir cómo se alimenta Fernando Alonso.
A Alonso le gusta comer un poco de todo
"Le gusta comer un poquito de todo", explicó Fabrizio, chef de la escudería francesa desde hace tres años. Pero con cuidado. En temporada de entrenamientos se apuesta por las proteínas. Los carbohidratos como la pasta, se dejan para la alta competición.
Así, el menú de Alonso en una jornada de entrenamientos consiste en pechuga de pollo a la plancha y verdura al vapor (zanahorias y espárragos trigueros sobre todo) con atún. Para el día siguiente toca ensalada de lechuga, pollo con parmesano y plátano y manzanas troceadas. Todo en pequeñas cantidades. "No se puede sentir pesado", justifica el cocinero, que a diario recibe las instrucciones del médico del equipo sobre qué debe comer el piloto.
Entre los platos favoritos de Alonso, Fabrizio destaca "las ensaladas César (con lechuga, queso, pollo y vinagreta), las patatas al horno y los entrecots a la plancha". La carne, dice, la prefiere "muy hecha".
Natural de la Toscana, el cocinero indica que a Alonso "le pirra" la pasta en "todas sus variedades". Y los postres, sobre todo, si son dulces. "El tiramisú es su favorito", explica entre risas y sin dudarlo Fabrizio, que lo elabora con una receta "secreta". Pero el placer es escaso y en competición sólo le dejan comer el suculento y delicioso pastel una vez a la semana. Cuando va a correr, el postre de Alonso se limita a fruta.
La cocina está limpia como una patena
La vajilla de Renault es de diseño. Los platos son cuadrados y grandes, de cerámica blanca y con discretos dibujos de líneas negras a un lado. En estos se les sirve la comida a los mecánicos y al equipo técnico, cerca de un centenar de personas. "Sí, sí... Comen muy bien", dice con una sonrisa Fabrizio.
La vajilla de Renault es de diseño. Los platos son cuadrados y grandes También cuentan con otros más pequeños y alargados, como una bandeja, y con tres cuencos. Es en estos, donde sirven la comida a Alonso. "Así le podemos poner más variedad", explica el chef, que va ataviado con pantalón blanco y chaqueta negra.
La cocina de Renault es alargada y está limpia como una patena. Según se entra desde el comedor, hay doce fogones a mano izquierda y una gran mesa pegada a la pared a la derecha con todas las herramientas que precisa el cocinero. Debajo, cajas de verduras (espárragos, zanahorias, apios...) y frutas frescas. Todo en su sitio.
Fabrizio lleva tres años al frente de la cocina del equipo Renault. Los jóvenes Giorgio y Alessandra le ayudan. Y su jefe es Christian Staurenghi, el responsable de catering de la escudería.
El horario de más actividad en la cocina es a partir de las 10.00 h. de la mañana, cuando empiezan a preparar el menú (los pilotos comen pronto, entre la una y las dos de la tarde). A las dos y media llega la calma, y a las cinco de la tarde la cocina vuelve a estar a punto. Es el momento de preparar la merienda-cena.
ENLACE:

Marion Jones: La reclusa n° 84868/054. CUMPLE SEIS MESES DE CARCEL, NO TIENE PRIVILEGIOS



La atleta lo tuvo todo. Fue la ‘novia’ de América, pero traicionó la confianza de sus compatriotas. Ahora está arruinada

La mujer más rápida del mundo cumple condena. Comparte centro penitenciario con otras 250 mujeres

(publicado en sport.es)
Agencias BARCELONA

Las autoridades carcelarias aseguran que su comportamiento es exquisito. Consume buena parte de la jornada leyendo libros, pasea durante largas horas, mantiene una relación cordial con el resto de reclusas, aunque distante, no habla demasiado y come en una mesa aparte. Marion Jones está viviendo los peores momentos de su vida. La que fue la mujer más rápida del mundo es ahora la interna número 84868/054. Jones ingresó el viernes en prisión, antes de lo esperado, para cumplir los seis meses de pena que le impusieron por un doble delito de falso testimonio ante las autoridades federales. Previsiblemente, hasta el 7 de septiembre será una más de las 250 mujeres en el centro penitenciario especializado en cuidados sanitarios Federal Medical Center Carswell, en Fort Worth, en el estado de Texas. La que fuera “novia” de Estados Unidos –ganó cinco medallas en los Juegos de Sydney 2000–, será los próximos meses una reclusa más. No gozará de ningún tipo de privilegio. Al igual que el resto de pequeñas o grandes criminales vestirá el uniforme verde de la prisión, se levantará a las seis de la mañana y luego desarrollará un trabajo por el que le pagarán 20 céntimos de dólar a la hora. Cuando su marido, el ex velocista Obadele Thompson, la visite con sus dos hijos desde su casa de Austin, a 300 kilómetros, le permitirán un abrazo y un beso para saludarla y despedirla. Nada más. El primer paso el viernes fue la habitual identificación fotográfica. Una foto de frente, una segunda de perfil, ambas con su número de identificación, como en las películas de Hollywood. Pero el centro penitenciario no es una ficción, sino la vida real, es donde Jones pagará años de mentiras. Es la primera atleta en torno al escándalo del laboratorio Balco que acaba en la cárcel. Siempre negó de manera vehemente haberse dopado y amenazó con demandas a todos aquellos que se atrevían a afirmar lo contrario. Hasta que el 5 de octubre, por su mala conciencia, la presión popular y la posibilidad de llegar a un acuerdo judicial más beneficioso, confesó que en su declaración de noviembre de 2003 ante la comisión de investigación del caso Balco había mentido. Y también admitió su implicación en un fraude financiero con cheques de su ex pareja y padre de uno de sus hijos, el ex plusmarquista mundial de los 100 metros Tim Montgomery. Jones confesó que ya antes de los exitosos Juegos de Sydney tomó EPO (eritropoietina). Regresó de Australia como una estrella, alguien que en un país dominado por el fútbol americano y el béisbol emergió como un icono, una medallista de oro, una chica de portada, una heroína para todas las chicas, una campaña de publicidad andante, una “empresa” llamada Marion Jones. Fue portada de la revista ‘Vogue’ como símbolo de femineidad y de fuerza. “La nueva heroína americana”, tituló entonces. “No sólo es la mujer más rápida del mundo, está dispuesta a ser la mejor atleta de la historia”, agregó la publicación. Luego se destapó el escándalo Balco y con él las sospechas que ella siempre negó, negó y negó. Y, finalmente, llegó la cárcel. La campeona entre rejas. Cuando salga, cumplirá dos años de libertad condicional y 400 horas de trabajos comunitarios.
ENLACE: