El onubense Juan Martín Vega, junto a los atletas del podio de los 60 metros vallas. Foto: 20 minutos |
A falta de un representante onubense sobre la pista, en el XII Campeonato del Mundo de Atletismo IAAF en Pista Cubierta, que tendrá lugar este fin de semana en Valencia, Huelva estará presente en esta cita de alto nivel gracias a Juan Martín Vega, que ejercerá de voluntario, realizando su labor en el área de protocolo y dopping.
Vinculado al atletismo desde 1988, entrenador desde 1993 y presidente del Club El Lince-Bonares desde hace cuatro años, Juan es un apasionado de este deporte y no ha escatimado esfuerzos para vivirlo desde los más diversos puntos de vista. «He ido a muchos campeonatos y me quedaba conocerlo todo desde la faceta de voluntario, más cerca del atleta, y es una gran experiencia. Mi objetivo es estar algún día en unos Juegos Olímpicos».
Ya estuvo en el control antidopaje en el Campeonato de España absoluto de pista cubierta, celebrado en el escenario del Mundial, lo que le permitió adquirir más experiencia y aumentar su colección de fotos. Entonces se fotografió entre otros con el trío de medallistas de los 60 metros vallas, con Juan Carlos Higuero (1.500), con Manuel Olmedo y Luis Alberto Marco (800) y Ruth Beitia (altura) y Carlota Castrejana (triple), entre las que «parecía un enano, porque yo soy bajito y ellas muy altas», dice Juan.
Vigilas al atleta para que no vaya al servicio y haces amistad Y es que este onubense ha sabido cumplir siempre con su labor y de paso estar más cerca de los protagonistas del deporte que más le gusta. «Estás acompañando una hora al atleta hasta que lo llevas con los médicos y en ese tiempo lo vigilas para que no vaya al servicio ni nada y se aprovecha para tener una relación más intensa, hablar y hacer una amistad. Ya muchos me reconocen de tantos campeonatos a los que he ido».
Comenzó su andadura en el voluntariado en el año 2004 con motivo del Campeonato Iberoamericano y desde entonces no ha faltada a un gran campeonato que se haya celebrado en suelo nacional, desde todos los Campeonatos de España, tanto en pista cubierta como al aire libre, a los Juegos del Mediterráneo o la Copa de Europa de Naciones, competiciones en las que se ha ganado la simpatía de mucha gente.
En todas estas citas ha estado con el rastrillo en el foso de longitud, de ´caza atleta´, en las salidas de tacos, con los marcadores manuales, en la recogida de los artefactos en pruebas de lanzamientos... prácticamente de todo. «En los Juegos del Mediterráneo estuve hasta de acomodador en el partido de la final de fútbol y en la Media Maratón de Almería para cortar el tráfico», recuerda.
Sus múltiples viajes han provocado reacciones entre sus conocidos y gente del atletismo onubense que «se creen que tengo enchufe y que me lo pagan, pero todo está costeado por mí. Sólo me hace buen precio o me buscan un buen sitio».
Vinculado al atletismo desde 1988, entrenador desde 1993 y presidente del Club El Lince-Bonares desde hace cuatro años, Juan es un apasionado de este deporte y no ha escatimado esfuerzos para vivirlo desde los más diversos puntos de vista. «He ido a muchos campeonatos y me quedaba conocerlo todo desde la faceta de voluntario, más cerca del atleta, y es una gran experiencia. Mi objetivo es estar algún día en unos Juegos Olímpicos».
Ya estuvo en el control antidopaje en el Campeonato de España absoluto de pista cubierta, celebrado en el escenario del Mundial, lo que le permitió adquirir más experiencia y aumentar su colección de fotos. Entonces se fotografió entre otros con el trío de medallistas de los 60 metros vallas, con Juan Carlos Higuero (1.500), con Manuel Olmedo y Luis Alberto Marco (800) y Ruth Beitia (altura) y Carlota Castrejana (triple), entre las que «parecía un enano, porque yo soy bajito y ellas muy altas», dice Juan.
Vigilas al atleta para que no vaya al servicio y haces amistad Y es que este onubense ha sabido cumplir siempre con su labor y de paso estar más cerca de los protagonistas del deporte que más le gusta. «Estás acompañando una hora al atleta hasta que lo llevas con los médicos y en ese tiempo lo vigilas para que no vaya al servicio ni nada y se aprovecha para tener una relación más intensa, hablar y hacer una amistad. Ya muchos me reconocen de tantos campeonatos a los que he ido».
Comenzó su andadura en el voluntariado en el año 2004 con motivo del Campeonato Iberoamericano y desde entonces no ha faltada a un gran campeonato que se haya celebrado en suelo nacional, desde todos los Campeonatos de España, tanto en pista cubierta como al aire libre, a los Juegos del Mediterráneo o la Copa de Europa de Naciones, competiciones en las que se ha ganado la simpatía de mucha gente.
En todas estas citas ha estado con el rastrillo en el foso de longitud, de ´caza atleta´, en las salidas de tacos, con los marcadores manuales, en la recogida de los artefactos en pruebas de lanzamientos... prácticamente de todo. «En los Juegos del Mediterráneo estuve hasta de acomodador en el partido de la final de fútbol y en la Media Maratón de Almería para cortar el tráfico», recuerda.
Sus múltiples viajes han provocado reacciones entre sus conocidos y gente del atletismo onubense que «se creen que tengo enchufe y que me lo pagan, pero todo está costeado por mí. Sólo me hace buen precio o me buscan un buen sitio».