#Foto: Blas
sábado, 13 de octubre de 2012
10441. #Atletismo. Roberto Aláiz Villacorta (León) y Pablo Fernández López-Gavela (Burgos), elegidos Mejores Atletas de Castilla y León en categoría Promesas Masculina
Antonio Manuel Reina Ballesteros y Pablo Fernández López-Gavela
#Foto: Blas
#Foto: Blas
jueves, 11 de octubre de 2012
10439. Muchos rostros nos dejan una profunda huella y otros nos son totalmente indiferentes
Blas recogiendo un trofeo en la Casa de Campo de Madrid
#Foto: Velasco
A
la mañana siguiente, el domingo, corrí el cross en la categoría júnior.
La distancia fue de cuatro kilómetros. La prueba la ganó José María
Morera. Yo fui tercero después de hacer un gran esfuerzo y sufrir mucho
sobre el barro que se había formado, debido a la lluvia que había caído
la noche anterior.
#Foto: Velasco
18. Carlos Pérez de Guzmán fue una persona excepcional
La
tarde presagiaba tormenta. El cielo se iba ennegreciendo por momentos.
Pronto empezaría a llover. Aquel año de 1967 se habían producido muchas
precipitaciones. Si nos dábamos prisa podríamos terminar de marcar los
circuitos, para que se pudieran celebrar, al día siguiente, las pruebas
de Campo a Través, en la Casa de Campo de Madrid. La salida y la
llegada, de las diferentes carreras, estaba situada a escasos metros del
recinto vallado, donde se mantenían recluidos a los camellos, cerca de
donde actualmente hay unas pistas para jugar al tenis. El circuito mas
largo llegaba hasta la Caseta del Guarda, daba allí la vuelta y seguía
paralelo a la carretera que va al Parque de Atracciones, después se
adentraba en el Pinar de las Siete Hermanas.
Se acababa de levantar un viento frío del sur y la humedad ya se respiraba en el ambiente.
Habíamos
quedado con Carlos Pérez del Guzmán, en la salida del suburbano, en la
estación de El Lago. Él era el vicepresidente de la Federación de Atletismo de Madrid. Carlos vivía en la Puerta del Ángel y era el encargado de
preparar el terreno, trazando una línea con yeso o con cal, dependía
del tiempo que hiciera, a lo largo del recorrido donde el domingo
correrían los atletas en las diferentes salidas programadas por la FAM.
El
trabajo se terminaba el día de la prueba, muy temprano, en cuanto
amaneciese. Clavando unos banderines de madera con la publicidad de Coca
Cola. Los empleados de la empresa de refrescos venían con una furgoneta
llena de botellas, no existían todavía las latas, y nos daban una a
todos los que habíamos acabado la carrera. El encargado siempre era la
misma persona. También instalaba él la pancarta de meta y el embudo de
llegada, con unas vallas publicitarias.
Los atletas, para no perderse ni equivocarse cuando corrían, tenían que dejar siempre los banderines a su izquierda.
La
franja de terreno que estábamos atravesando se encontraba cubierta por
una capa de fina hierba. Al borde la carretera se alzaban con majestuosa
solemnidad las copas de los pinos.
¿Por qué tienes que marcar el circuito con tanta clase de detalles? –le pregunté a Carlos.
-Mira,
me dijo, hacer este marcaje es una tradición. Es como un ritual. Es mi
manera de hacer las cosas. Siempre lo he hecho así y creo que continuaré
de la misma forma hasta que tenga fuerzas o pierda la ilusión.
Me quedé en silencio. No supe que decirle. Volví la cabeza y pude contemplar las huellas de un trabajo bien hecho.
Creer
en nuestros propios pensamientos y ser capaz de trasmitirlos a los
demás. Darle voz a la idea que late en nuestro interior. Muchos rostros
nos dejan una profunda huella y otros nos son totalmente indiferentes.
Para mí Pérez de Guzmán fue una persona excepcional.
Tuvimos que acelerar el paso para no mojarnos, pues ya empezaban a caer las primeras gotas de lluvia.
Entramos
a la estación, con la sensación de que no habíamos realizado el marcaje
con demasiado aprovechamiento. Pensábamos que aunque Carlos había hecho
una línea bastante gruesa, parte de ella se iba a borrar si llovía
mucho. Nos dijo que ya lo comprobaríamos al día siguiente. Que si era
necesario la remarcaría.
Nos
subimos otra vez al Suburbano y después de trasbordar acabamos en la
Puerta del Sol. Andando por la calle Arenal llegamos a la Iglesia de San
Ginés, situada a escasos metros de nuestro destino: la Chocolatería San Ginés. Allí fue donde acabamos la tarde del sábado. En la barra tomando
una taza de chocolate caliente con churros, que nos reconfortó
totalmente del frío que traíamos.
Los posts más leídos en el blog "atletismo y algo más"
10439. Muchos rostros nos dejan una profunda huella y otros nos son totalmente indiferentes
10428. La posibilidad de enfrentarme a un buen jugador de ajedrez me resultaba muy atractiva
10415. Me fui a dormir con la cabeza muy revuelta
10409. Me llevo muchos recuerdos agradables que espero me acompañen durante toda mi vida
10403. Conseguimos un acercamiento que se rompió con la distancia y los nuevos compromisos y responsabilidades que yo adquirí en mi nuevo destino
10402. Seguí bajando a entrenar al SEU y al INEF, ahora con más asiduidad, porque ya me sentía parte de un grupo que me arropaba y ayudaba
10400. En la calle Barón del Solar de Fuente Álamo, mi abuelo Blas, padre de mi padre, le había dejado un trozo de bancal que tenía junto a la casa
10399. En la “cuadra del boina” estaban Pedro Molero, Adolfo Gutiérrez, Arturo Santurde, Ángel Santana, Pepe Verón (el Maño), José Luis García...
10398. Que abráis vuestros álbumes y me enviéis aquellas fotografías que guardáis como pequeños tesoros
10397. Han pasado más de cuarenta años desde aquella primera visita al Cerro de los Ángeles
10395. Tuvimos que enfrentarnos contra la indiferencia e incomprensión de la sociedad española de los años sesenta y setenta, nos llamaban locos
10389. Mi primer contacto con una pista de atletismo en Madrid, fue en las instalaciones del SEU de la Ciudad Universitaria
5492. Caminaba de pared a pared, con paso tenaz, inquieto, con las manos en la espalda, la cabeza hacia adelante, inmerso en sus pensamientos, sin molestarse en mirarnos ni hacer el más mínimo gesto que indicase que se había percatado de nuestra presencia
5475. Tuvo que pasar algún tiempo hasta que descubrí que aquel cronómetro, de 1964, no funcionaba bien cuando se corría con él en la mano
5445. Lo veía y no podía creerlo, el cronómetro se había parado en 10 segundos y 6 décimas. El récord de España, que tenía José Luis Sánchez Paraíso, de Salamanca, estaba en 10.4
5416. Nos alojamos en un Hostal del centro, y en la primera ocasión que tuve convencí a mi tío y a mi primo para que me acompañaran a la Relojería
5405. Dejé, encima de la cama, la maleta de madera, que cuatro años antes me había hecho el carpintero de mi pueblo, para viajar a Barcelona
5401. Eran las siete de la mañana, del día dos de septiembre del año 1965, cuando mi padre y yo caminábamos en silencio por la calle Barón del Solar
72. Cuenta mi padre, que se daban una buena tunda de correazos, volvían a sus casas calentitos, aunque siempre había que procurar dar y que no te dieran
71. Subía ella por la Plaza del Ayuntamiento, con su capazo de ropa apoyado en la cabeza. El agua le bajaba por la cara, empapándole la camiseta.
70. A mi abuela Serafina el trabajo se le acumulaba y no llegaba a tiempo de atender a sus diez hijos varones
69. Pidieron reunirse con Pedro de la Cruz, el Juez Árbitro, para proponerle que se cambiara la salida, que se corriera a favor del viento
68. Las piernas me pesaban como el plomo. Los brazos los movía sin control. La alegría de irme solo la pagué muy cara. Ya era tarde para rectificar
64. “El boina” nos había dicho que si no marchábamos bien nos descalificarían. El juez Arbitro Nacional Fermín Bracicorto, nos iba a controlar
61. Al estar situado cerca de la Ciudad Universitaria y del INEF, era el lugar idóneo, cuando no queríamos bajar a la Casa de Campo
54. El bigotes ganó la partida y el Campeonato. El premio que obtuve fue un tablero de ajedrez que habíamos comprado entre todos los participantes
53. No quería nada más que correr frenéticamente hasta no poder más, enfrentándome a la soledad y a la reflexión del atleta que trabaja muy duro
52. A medida que el tiempo iba pasando la fatiga aumentaba y el cansancio se apoderaba de nosotros, pero teníamos que continuar como pudiéramos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)