Rafael el cocinero de la Puerta del Sol
Escrito en: EL PAÍS / J. D. QUESADA | Barcelona / Madrid
Los concentrados en Madrid también tenían previsto reunirse el domingo por la noche para decidir si mantienen o desmantelan el campamento, pero la asamblea fue postergada hasta hoy lunes por causa de la lluvia. Durante la breve asamblea celebrada ayer, la comisión de asesoramiento legal recomendó levantar el campamento el próximo domingo y dejar en el lugar un punto de enlace e información.
El futuro de los asentamientos sigue siendo el gran interrogante del Movimiento 15-M. Cada vez son más las voces que abogan por levantar el campamento de la Puerta del Sol pero, siempre que se ha planteado el asunto en una asamblea, el resultado ha sido negativo. Basta que un grupo de personas se oponga a ello para que la medida se eche para atrás. El sistema asambleario por el que se rigen los indignados madrileños les impide pasar por encima de la opinión de los que no se quieren marchar, aunque sean minoría.
La acampada de Madrid se ha partido en dos. Los representantes del movimiento de todas las ciudades de España debatían ayer en una esquina de la Puerta del Sol la forma de mantener vivo el movimiento. Cogían el micrófono y se dirigían con pasión a quienes escuchaban. Mientras, un centenar de personas permanecían en el asentamiento ajenas a cualquier debate constructivo, durmiendo en las tiendas de campaña o tocando la guitarra. A un grupo de ellos se le conoce como la "tribu Quechua", por la marca de sus tiendas de campaña. Se pasan los días tocando los bongos, sin mostrar interés por el devenir del movimiento.
Los concentrados en Madrid también tenían previsto reunirse el domingo por la noche para decidir si mantienen o desmantelan el campamento, pero la asamblea fue postergada hasta hoy lunes por causa de la lluvia. Durante la breve asamblea celebrada ayer, la comisión de asesoramiento legal recomendó levantar el campamento el próximo domingo y dejar en el lugar un punto de enlace e información.
El futuro de los asentamientos sigue siendo el gran interrogante del Movimiento 15-M. Cada vez son más las voces que abogan por levantar el campamento de la Puerta del Sol pero, siempre que se ha planteado el asunto en una asamblea, el resultado ha sido negativo. Basta que un grupo de personas se oponga a ello para que la medida se eche para atrás. El sistema asambleario por el que se rigen los indignados madrileños les impide pasar por encima de la opinión de los que no se quieren marchar, aunque sean minoría.
La acampada de Madrid se ha partido en dos. Los representantes del movimiento de todas las ciudades de España debatían ayer en una esquina de la Puerta del Sol la forma de mantener vivo el movimiento. Cogían el micrófono y se dirigían con pasión a quienes escuchaban. Mientras, un centenar de personas permanecían en el asentamiento ajenas a cualquier debate constructivo, durmiendo en las tiendas de campaña o tocando la guitarra. A un grupo de ellos se le conoce como la "tribu Quechua", por la marca de sus tiendas de campaña. Se pasan los días tocando los bongos, sin mostrar interés por el devenir del movimiento.
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Fuente: http://politica.elpais.com
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