Foto: REUTERS (http://www.rtve.es)
La lituana Zivile Balciunaite salió del anonimato atlético con 31 años al proclamarse campeona de Europa de maratón en una mañana de calor sofocante en la que la gallega Alessandra Aguilar progresó en solitario hasta cruzar la meta en séptimo lugar con 2h35:04.
Novena, este año, en el maratón de Sevilla y octava en el de Roma, Balciunaite, que en Juegos Olímpicos no ha pasado del undécimo puesto, rompió el grupo delantero antes del km. 30 y paró el cronómetro de meta en 2h31:14. A continuación llegaron la rusa Nailya Yulamanova (2h32:15) y la italiana Anna Incerti (2h32:48).
A las diez de la mañana el termómetro marcaba 29 grados en el paseo Picasso, salida y meta de la carrera. La humedad era del 43 por ciento y en ascenso, y sólo la brisa que soplaba a 5 km/h aliviaba la sensación de agobio.
Aguilar, con una marca personal de 2h29:01, partía con el objetivo de terminar entre las ocho mejores, después de haber sido vigésima quinta el año pasado en el Mundial de Berlín, mientras que Beatriz Ros, con un registro de 2h32:28, se fijaba igual objetivo, siete años después de haber sido 13ª en el Mundial de París.
Todas temían el calor, sobre todo en la segunda mitad de la prueba, y anunciaron tácticas conservadoras, pero a la portuguesa Marisa Barros, sexta el año pasado en los Mundiales de Berlín, y a la rumana Lidia Simón, campeona mundial nueve años antes, cuando tenía 27 años, no les importó ponerse al frente del grupo.
Barros pasó por el décimo km. en 36:04 en un paquete de quince. Aguilar y Ross iban a 43 segundos.
El primer grupo pasó el medio maratón en 1h16:24. Aguilar iba decimoquinta, a 1:04 de la cabeza.
Balciunaite, cuarta en los Europeos anteriores en Gotemburgo, hizo su apuesta en el kilómetro 30 y rompió la carrera. En el km.35 (2h06.16) tenía 35 segundos sobre la italiana Anna Incerti, la rusa Nailya Yulamanova y la sueca de raza negra Isabellah Andersson.
De ahí a la meta, el único cambio fue el de Incerti, que fue adelantada por Yulamanova.
Novena, este año, en el maratón de Sevilla y octava en el de Roma, Balciunaite, que en Juegos Olímpicos no ha pasado del undécimo puesto, rompió el grupo delantero antes del km. 30 y paró el cronómetro de meta en 2h31:14. A continuación llegaron la rusa Nailya Yulamanova (2h32:15) y la italiana Anna Incerti (2h32:48).
A las diez de la mañana el termómetro marcaba 29 grados en el paseo Picasso, salida y meta de la carrera. La humedad era del 43 por ciento y en ascenso, y sólo la brisa que soplaba a 5 km/h aliviaba la sensación de agobio.
Aguilar, con una marca personal de 2h29:01, partía con el objetivo de terminar entre las ocho mejores, después de haber sido vigésima quinta el año pasado en el Mundial de Berlín, mientras que Beatriz Ros, con un registro de 2h32:28, se fijaba igual objetivo, siete años después de haber sido 13ª en el Mundial de París.
Todas temían el calor, sobre todo en la segunda mitad de la prueba, y anunciaron tácticas conservadoras, pero a la portuguesa Marisa Barros, sexta el año pasado en los Mundiales de Berlín, y a la rumana Lidia Simón, campeona mundial nueve años antes, cuando tenía 27 años, no les importó ponerse al frente del grupo.
Barros pasó por el décimo km. en 36:04 en un paquete de quince. Aguilar y Ross iban a 43 segundos.
El primer grupo pasó el medio maratón en 1h16:24. Aguilar iba decimoquinta, a 1:04 de la cabeza.
Balciunaite, cuarta en los Europeos anteriores en Gotemburgo, hizo su apuesta en el kilómetro 30 y rompió la carrera. En el km.35 (2h06.16) tenía 35 segundos sobre la italiana Anna Incerti, la rusa Nailya Yulamanova y la sueca de raza negra Isabellah Andersson.
De ahí a la meta, el único cambio fue el de Incerti, que fue adelantada por Yulamanova.
Aguilar: "muy contenta, ha salido todo el trabajo"
La lucense Alessandra Aguilar, séptima en el maratón de los campeonatos de Europa, se declaró "muy contenta" al final de la carrera porque piensa que "ha salido todo el trabajo de los entrenamientos". Un año después de llegar en el puesto 25 en los Mundiales de Berlín, Aguilar cumplió en Barcelona su objetivo de clasificarse entre las ocho mejores, lo que representa plaza de finalista. "Ha sido una carrera muy dura pero he peleado de una forma
inteligente, poco a poco, guiada por un público que me ha llevado en volandas", declaró la discípula de Antonio Serrano, que cruzó la meta en 2h35:04. "Creo que ha salido todo el trabajo de los entrenamientos. Ha sido una carrera muy dura. En los últimos kilómetros había un sol de justicia, pero he sabido leer la carrera y estoy muy contenta con el séptimo puesto", explicó. La otra española, Beatriz Ros, llegó exhausta a la meta, decimoséptima con 2h40.10. "Ha sido muy duro por el calor y la humedad. Lo he pasado mal, y eso que salí conservadora. Pero al final estoy contenta por haber terminado, y un decimoséptimo en unos Europeos tampoco está mal", declaró la madrileña.
1 ago 2010