Abascal y Moracho
Foto: www.bcn2010.org
Después de las críticas mediáticas que señalaban a España como punta del iceberg en la práctica del dopaje, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, creó la agencia estatal antidopaje a cuyo mando colocó al político manchego Javier Martín del Burgo. Este organismo, que trabaja conjuntamente con la policía y la fiscalía, ya está dando sus frutos. De hecho, acaban de salir a la luz los primeros resultados con la operación Grial. Se necesitan pruebas contundentes para que caigan los traficantes; hasta ahora solo caían los deportistas consumidores.
Hay que estrechar el cerco a los tramposos del deporte que crean falsos ídolos. Hay que romper la impunidad de esos médicos, directivos, entrenadores y deportistas que todos conocemos y que llevan 25 años campando a sus anchas, lucrándose con el mercadeo del dopaje y riéndose de los que practican deporte de forma ética.
No es cierto que todos los deportistas de élite se dopan: puedo manifestar, por experiencia propia, que se puede llegar a la final olímpica y ganar un europeo sin necesidad de recurrir al dopaje. No es cierto que la causa del dopaje es sólo debida al gran esfuerzo físico, ya que Ben Johnson y Tim Montgomery corrían en menos de 10segundos y se dopaban por llegar a ser los número uno a toda costa. No es cierto que la causa del doping sea sólo el dinero. Varios de los implicados de la operación Grial son deportistas veteranos que ponen en riesgo su salud por un trofeo que es el único premio en estas categorías.
En la lucha contra el doping no están todos los deportes y los que están por la lucha contra esta lacra se están gastando recursos que podrían ir a otros fines más educativos; y sin embargo, tienen que sufrir la mala imagen de los positivos y la pérdida de patrocinadores. No es justo. Cuantos más controles de alcoholemia se hacen, más casos salen; no es que los ciudadanos beban más, sino que se caza a más gente. Lo mismo ocurre con el deporte: las disciplinas que más recursos gastan son los que más casos positivos tienen. El laboratorio de Madrid analizó 7.800 muestras en 2008 y los costes van a cargo de los organizadores de los eventos.
Estos costes son de 200 euros la muestra normal, 350 euros si se busca EPO y 200 euros más si se busca testosterona exógena –la que no genera el propio organismo–. La Vuelta Ciclista a España de este año se ha gastado 250.000 euros en los 500 controles que ha realizado en las 21 etapas y en los pasaportes biológicos. La Federación Española de Atletismo ha destinado 150.000 euros en proveer de servicios médicos a las competiciones oficiales. Son muchos los millones de euros que se están gastando para dar vida saludable a los deportistas más allá de sus disciplinas profesionales.
Fuente: www.bcn2010.org (Expansión)