Lewis Hamilton y Felipe Massa- EFE
Lewis Hamilton
Felipe Massa
Fernando Alonso
Queda una sola carrera para la conclusión del Mundial de F-1 y todo sigue en el aire. Lewis Hamilton tiene una ventaja de siete puntos sobre el brasileño Felipe Massa y tanto ellos como sus equipos, McLaren y Ferrari, hace días que buscan estrategias para cristalizar sus proyectos. Las cosas parecen más fáciles para Hamilton, a quien le basta acabar entre los cinco primeros, que para su escudería, que se encuentra a 11 puntos de la de Maranello en la clasificación de constructores. Sin embargo, la experiencia vivida en este mismo circuito el año pasado eleva la presión del piloto británico: en 2007, Hamilton llegó también a Brasil con siete puntos de ventaja sobre Raikkonen y cuatro sobre Fernando Alonso. Y, por sus propios errores, dejó que la corona volara a manos del finlandés.
Surtees: "Hamilton debe tener muy claro que no se trata de una pelea contra Massa"
"No quiero correr pensando en el título", asegura esta vez, el número uno de McLaren. "Mi planteamiento va a ser similar al de las últimas carreras. Shanghai es un buen ejemplo de lo que debemos hacer: pegamos fuerte a partir del viernes y nunca tuvimos que mirar atrás. Mi intención no es salir y apretar a fondo el acelerador, pero sí situarnos en una posición delantera en la parrilla y evitar problemas. La cuestión es ser capaz de centrarme sólo en el coche y en mi conducción. Pero no es fácil olvidar mis instintos. No me gusta conducir pensando en los puntos".
Mientras Hamilton ha reducido al máximo su agenda de compromisos para este último gran premio, Felipe Massa la tiene repleta. El lunes acudió a la inauguración de una biblioteca que llevará su nombre en São Paulo a la que cedió 1.200 libros. Al mediodía tuvo una comida con la prensa brasileña. El martes fue el invitado estelar en un acto de Iveco. El miércoles se desplazó al Salón del Automóvil. Y ayer realizó otra conferencia de prensa organizada por Shell, proveedor de aceites y combustible de Ferrari. Mientras, Hamilton se fue a jugar al golf con su preparador físico.
"Parece una agenda muy cargada, pero no lo es tanto", reflexionó Massa. "Cada año en este gran premio la tengo parecida. Forma parte de mi trabajo y lo acepto. No me agobia. Tengo muy claro que mi objetivo en Brasil es ganar la carrera y esperar a ver qué ocurre detrás. No tengo ninguna otra responsabilidad. Si gano la carrera, pero no el título, lo celebraré igual, porque para mí esta victoria sería muy importante".
En Brasil los Ferrari anduvieron como un tiro el año pasado. "No podía alcanzarles", dijo ayer Alonso. "Y creo que este año van a estar al mismo nivel". Eso lo sabe Martin Whitmarsh, director ejecutivo de McLaren, que ayer confesó: "Nosotros confiamos en que la situación será diferente este año por razones muy concretas. Vistos los resultados de este año, en Brasil las características de nuestro coche nos permiten ser más optimistas que en 2007, cuando hizo mucho calor y eso favoreció a Ferrari, pero se espera un tiempo más frío el domingo. Nuestra premisa fundamental es acabar la carrera como sea".
El ex piloto británico John Surtees, el único que ha sido campeón de F-1 y de motociclismo, comparó la situación con la que él vivió en 1964 en la última carrera en México, a la que llegó cinco puntos por detrás de Graham Hill. En aquel gran premio, Lorenzo Bandini, compañero de Surtees en Ferrari, echó de la pista a Hill y al final permitió que Surtees le adelantara para concluir segundo y asegurarse así el título mundial. "McLaren no es el equipo más tranquilo en estas situaciones; Hamilton debe tener muy claro que no se trata de una pelea contra Massa", indicó Surtees.
Fuente: el pais.com
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