Teddy Tamgho
Los biempensantes, que hay muchos, dijeron que este chico no llegaría muy lejos cuando, siendo un chaval de 19 años que debutaba en el Europeo de pista cubierta de Turín, se acercó a Jonathan Edwards nada menos (el dios del triple salto), que comentaba la cuestión para la BBC, y le dijo: "Soy Teddy Tamgho, el atleta que va a batir su récord del mundo". Aún no lo ha conseguido, pero no tantos son los que dudan de que algún día saltará más que los 18,29 metros del británico.
Bien se podría decir que el talento atlético que ha hecho de Teddy Tamgho a los 22 años uno de los mejores atletas del mundo -y quizás, el mejor saltador de triple de los últimos años: sus 17,98 metros, la tercera marca de la historia, es la mejor del siglo XXI- está inevitablemente puntuado con un gramo de inconsciencia y locura, y es proporcional a la fortaleza de su carácter, de fuego, hijo de la lucha por la supervivencia en las calles de la banlieu de París, y al mismo tiempo tan frágil. El último capítulo de su libro de hechos, cerrado con una sanción de seis meses -más otros seis si reincide- que le ha impuesto la federación francesa de atletismo, es un síntoma más de ello, de una vida de desafío permanente a lo establecido.
A Tamgho, que, después de recuperarse de una lesión de tobillo que le dejó sin Mundial en Daegu se está entrenando en Gainesville (Florida), su federación le obligó a tomar urgentemente un avión hasta París para juzgarle por haberse peleado -hubo golpes, según los testigos, después de un intercambio de insultos- en octubre pasado con una compañera atleta durante una concentración en Boulouris, en el sur de Francia. Como agravantes, dos hechos: que la pelea fuera con una chica y que Tamgho fuera reincidente, pues ya en 2008 sufrió una expulsión de un año del centro de alto rendimiento de París por una pelea similar y también con una mujer. La sanción, que empieza a contar en noviembre, está muy medida y le privará de defender en marzo su título de campeón del mundo de pista cubierta en Estambul, pero no le apartará de los Juegos Olímpicos de Londres.
Algo similar hizo la federación francesa el pasado verano con Baala y Mekhissi, dos atletas que se pelearon a puñetazo limpio en la pista de Mónaco, a la vista de los espectadores -y de millones de curiosos en Youtube-, que acababan de presenciar e1 1.500 que ambos disputaron, y que fueron castigados con lo justo para que pudieran competir en Daegu semanas más tarde.
Según un portavoz federativo, Tamgho, quien el año pasado rompió con el sistema francés -fue a entrenarse con el cubano Iván Pedroso a Alicante-, lo que no aumentó la simpatía de la federación hacia él, "se disculpó por los hechos y aceptó la sanción"...
Fuente: http://www.elpais.com