Capacidad y ahorro de energía, objetivos prioritarios de memorias y discos duros.
Los fabricantes se esfuerzan para crear nuevos sistemas que fusionen las posibilidades de los discos duros con las de las memorias flash, a la vez que eliminan los inconvenientes de cada uno de estos soportes. En un estudio publicado en el último número de Science, un equipo de investigadores de IBM encabezado por el científico Stuart Parkin describe la teoría de un nuevo sistema de almacenamiento que, según detalla, marcará un hito en la forma de almacenar los datos.
Los técnicos de IBM detallan que, aprovechando el movimiento de los electrones, es posible crear memorias más veloces, que se calientan menos y que consumen menos energía, a la vez que multiplican por 100 la actual capacidad de almacenamiento en el mismo espacio. El sistema, sin partes móviles (los discos duros sí las tienen), permitiría escribir en él de forma ilimitada (al contrario que en el caso de las memorias flash). El objetivo es la creación de un sistema de almacenamiento con el bajo coste de un disco duro con el rendimiento y la fiabilidad de una memoria flash. En cuanto al tiempo de escritura y lectura de los datos, sus creadores mantienen que será hasta 100.000 veces más rápida que las memorias actuales.
La aplicación final de este avance es que se podrían crear dispositivos con un sistema de almacenamiento capaz de albergar una mayor cantidad de datos, cuya batería durase semanas al consumir menos energía y que funcionasen a pleno rendimiento durante décadas, es decir, que el número de veces que se reescribe en la memoria no afecta a su vida útil.
Estas memorias, bautizadas como racetrack, aplican una tecnología llamada espintrónica para ampliar la densidad de los sistemas. La idea es almacenar datos entre las regiones magnéticas, haciendo uso de los campos magnéticos débiles que se producen por el movimiento de los electrones. Con ello, se añade una tercera dimensión a la capacidad del almacenamiento. Al no depender de la miniaturización de los sistemas físicos, sus creadores auguran que su aplicación también dará lugar a dispositivos más baratos.
Por el momento, los investigadores han demostrado las posibilidades de las memorias racetrack, aunque el proyecto se encuentra en una fase primaria de desarrollo. Este sistema, que se plantea como el almacenamiento del futuro y como una alternativa a los actuales discos duros y memorias, tardará una década en estar disponible, según han detallado los científicos. El prototipo no estará listo hasta, al menos, dentro de un par de años.
Elegir entre memoria ‘flash’ o disco duro
La capacidad y el precio de los dispositivos digitales está determinado, en parte, por si utilizan memoria ‘flash’ o disco duro como soporte de almacenamiento. Aunque las primeras están ampliando su capacidad a pasos agigantados, aún no han alcanzado las posibilidades de almacenamiento de los discos duros. Por otro lado, la relación entre precio y capacidad en las memorias ‘flash’ aún no compensa a una mayoría de usuarios que por el mismo precio prefieren optar por un disco duro mucho mayor. Aunque el bajo coste de los discos resulta más atractivo, se trata de dispositivos más lentos, con numerosas partes móviles que pueden dañarse. Además, las memorias ‘flash’ consumen menos batería (algo imprescindible en los dispositivos móviles) y el tiempo de acceso a los datos es menor. A cambio de su velocidad de lectura, la escritura en las mismas es más lenta, y su vida útil está limitada al número de veces que se reescriben datos sobre ellas.
Los técnicos de IBM detallan que, aprovechando el movimiento de los electrones, es posible crear memorias más veloces, que se calientan menos y que consumen menos energía, a la vez que multiplican por 100 la actual capacidad de almacenamiento en el mismo espacio. El sistema, sin partes móviles (los discos duros sí las tienen), permitiría escribir en él de forma ilimitada (al contrario que en el caso de las memorias flash). El objetivo es la creación de un sistema de almacenamiento con el bajo coste de un disco duro con el rendimiento y la fiabilidad de una memoria flash. En cuanto al tiempo de escritura y lectura de los datos, sus creadores mantienen que será hasta 100.000 veces más rápida que las memorias actuales.
La aplicación final de este avance es que se podrían crear dispositivos con un sistema de almacenamiento capaz de albergar una mayor cantidad de datos, cuya batería durase semanas al consumir menos energía y que funcionasen a pleno rendimiento durante décadas, es decir, que el número de veces que se reescribe en la memoria no afecta a su vida útil.
Estas memorias, bautizadas como racetrack, aplican una tecnología llamada espintrónica para ampliar la densidad de los sistemas. La idea es almacenar datos entre las regiones magnéticas, haciendo uso de los campos magnéticos débiles que se producen por el movimiento de los electrones. Con ello, se añade una tercera dimensión a la capacidad del almacenamiento. Al no depender de la miniaturización de los sistemas físicos, sus creadores auguran que su aplicación también dará lugar a dispositivos más baratos.
Por el momento, los investigadores han demostrado las posibilidades de las memorias racetrack, aunque el proyecto se encuentra en una fase primaria de desarrollo. Este sistema, que se plantea como el almacenamiento del futuro y como una alternativa a los actuales discos duros y memorias, tardará una década en estar disponible, según han detallado los científicos. El prototipo no estará listo hasta, al menos, dentro de un par de años.
Elegir entre memoria ‘flash’ o disco duro
La capacidad y el precio de los dispositivos digitales está determinado, en parte, por si utilizan memoria ‘flash’ o disco duro como soporte de almacenamiento. Aunque las primeras están ampliando su capacidad a pasos agigantados, aún no han alcanzado las posibilidades de almacenamiento de los discos duros. Por otro lado, la relación entre precio y capacidad en las memorias ‘flash’ aún no compensa a una mayoría de usuarios que por el mismo precio prefieren optar por un disco duro mucho mayor. Aunque el bajo coste de los discos resulta más atractivo, se trata de dispositivos más lentos, con numerosas partes móviles que pueden dañarse. Además, las memorias ‘flash’ consumen menos batería (algo imprescindible en los dispositivos móviles) y el tiempo de acceso a los datos es menor. A cambio de su velocidad de lectura, la escritura en las mismas es más lenta, y su vida útil está limitada al número de veces que se reescriben datos sobre ellas.
(publicado en publico.es)
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