FELIZ. Lucas Glover consigue el éxito más grande de su carrera.
Foto: reuters (as.com)
Q. Iglesias
Lucas Glover ya tiene, a sus 29 años, todo por lo que luchó desde que empezó a jugar en South Carolina: un US Open. Con un birdie en todo el día -providencial en el hoyo 16- le bastó para desencallar una ronda final en lunes que tenía todo el cariz de desembocar en un desempate. "Escuché al público gritar. Sabía que la había dejado muy cerca del hoyo", dijo.
El día transcurrió entre el quiero y no puedo de Tiger Woods (si hubiera pateado bien hubiera ganador el torneo), el buen top ten de Sergio García, el posicionamiento constante de Phil Mickelson, la resurrección de David Duval y el lógico pinchazo de Ricky Barnes, nervioso como nunca en su día. Cualquiera pudo ganar y fue Glover, que se aprovechó de que a Mickelson le falló el putt al final y Duval se quedó a media remontada. Glover completa así un año estupendo, con otros tres puestos entre los diez primeros: "He superado un examen de paciencia".
Fuente: as.com
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