Dos personas han muerto esta mañana en Madrid al estrellarse la avioneta en la que viajaban en un descampado a la altura del kilómetro 27 de la M-40, junto a la salida de Vía Lusitana y dentro del término municipal de Leganés. Los fallecidos son un piloto instructor y su alumno, de unos 30 años y que aún no han sido identificados. El aparato, un Cessna 310, no ha ardido, pero se ha derramado gran cantidad de combustible en la zona, por lo que los Bomberos han establecido un perímetro de seguridad y trabajan para limpiar el queroseno. En la zona del accidente, junto a Cuatro Cientos, viven unas 150.000 personas. La vía de circunvalación no está cortada.
El siniestro se ha producido sobre las once de la mañana a unos 700 metros del nuevo centro comercial Islazul, a la salida de Leganés, en concreto en un triángulo que forma la incorporación desde esta localidad madrileña a la M-40 y también la de la R-5. Según ha informado una portavoz de Emergencias Madrid, el aparato se disponía a aterrizar en el aeródromo de Cuatro Vientos cuando, por causas que se desconocen, la avioneta ha comenzado a perder altura hasta que ha caído en el descampado. El aparato no ha llegado a arder, pero sí se ha esparcido en la zona gran parte del combustible que llevaba. Los dos ocupantes de la avioneta han fallecido en el acto y Samur-Protección Civil sólo ha podido certificar sus muertes.
Al lugar han acudido dos dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que ahora tratan de rescatar los cadáveres, y tres unidades de Samur-Protección Civil y varias del Summa, así como el alcalde de Leganés. Cuando los bomberos han llegado al lugar, han encontrado en el interior de la avioneta "al conductor y al copiloto, los dos fallecidos y fuertemente atrapados por los miembros inferiores" en el fuselaje debido al choque frontal, según ha informado el jefe de guardia de bomberos, José Luis Legido.
40 minutos de rescate
Los efectivos de bomberos han tenido que "desmontar el techo de la avioneta" para sacar los dos cadáveres. Como ya habían fallecido, han preferido realizar las maniobras de liberación -en las que han empleado unos 40 minutos- "un poco más despacio para no dañar más los cuerpos". La M-40 no está cortada, pero los Bomberos han establecido un perímetro de seguridad en el solar y han desplegado dos instalaciones de espuma para garantizar la seguridad de todos los que trabajan en el siniestro. Sobre las víctimas, de momento se desconocen sus identidades y lo único que se sabe es que son profesor y alumno de unos 30 años.
Dos testigos del accidente han explicado que la avioneta volaba con problemas, empezó a perder altura y a moverse como si hiciera acrobacias, hasta que se estrelló contra el suelo. Mercedes, que ha visto cómo se estrelló el aparato, ha asegurado que creyó que se trataba "de una aeronave de las que hacen acrobacias" hasta que escuchó "un golpe seco". En declaraciones a los medios, Mercedes ha indicado que "la avioneta iba muy bajito y subía y bajaba muchas veces". De pronto, se escuchó "un golpe seco" y vio la aeronave contra el suelo, aunque no salía ni humo ni fuego. Criterio ha relatado que oyeron el ruido de una avioneta, miraron al cielo y tuvieron "la sensación de que era un vuelo raro", ya que "parecía que (la avioneta) se iba, que hacía como piruetas, y que el piloto quería evitar la carretera, y al final es como si intentase planear, hasta que ha caído".
"Pensamos ¡que se estrella!, y se estrelló", ha resumido Mercedes. El consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, ha lamentado el accidente y ha insistido en que infraestructuras como la de este aeródromo hay que "modernizarlas y adecuarlas" y que este trabajo lo está llevando a cabo el Gobierno regional durante esta legislatura. Las asociaciones de vecinos han vuelto a exigir que se cierre el aeródromo. El aparato, un Cessna 310, es una avioneta de recreo de doble hélice, unos ocho metros de largo y cuatro plazas...