Iluminado Corcuera
Iluminado Corcuera falleció ayer en Logroño. Destacado fondista durante la década de los sesenta, entrenador y profesor de Educación Física en Jesuitas hasta su jubilación, no pudo superar las heridas causadas por el atropello que sufrió el 9 de marzo del año pasado en la Avenida de la Paz cuando se dirigía a visitar a una de sus hijas. Ayer murió en la residencia en la que se encontraba ingresado. El funeral será hoy, a las 18.00 horas, en la iglesia de El Buen Pastor.
Iluminado Corcuera había sido un pionero en el mundo del atletismo en La Rioja. Internacional con España en 24 ocasiones, consiguió una medalla de bronce en los Juegos del Mediterráneo celebrados en Nápoles en 1963. Especialista en las pruebas de campo a través y en las especialidades de 5.000 y 10.000 metros en la pista, encontró acomodo en las filas del Fútbol Club Barcelona. Quizá de aquella época le quedó su desatada pasión por los colores blaugranas. Aficionado al fútbol, socio del Logroñés, no ocultaba su debilidad por el equipo del Camp Nou.
Nacido en Azofra el 23 de diciembre de 1935, «o el 24, que no está muy claro», repetía cada año cuando llegaba su cumpleaños, transmitió sus conocimientos a un montón de discípulos a los que entrenó, sobre todo, en las filas de la Sociedad Deportiva Loyola, pero también en el Atlético Riojano o el Cantabria, por ejemplo. Su alumno más aventajado fue, sin duda, Anacleto Jiménez. De su mano empezó a destacar desde temprana edad. En Logroño fue su único entrenador. Le dejó cuando se trasladó a Madrid para trabajar con Julio Bravo.
La ciudad de Logroño le había tributado su homenaje en 2007, cuando le distinguió con la insignia de San Bernabé. «Es algo más que un reconocimiento, se refiere a mi forma de ser en la vida a través del deporte», agradeció aquel 10 de junio.