Comentario de Graciela Kasanetz:
No me gustó este libro, ni otro que leí de Milena Agus, Mientras duerme el tiburón. Estoy de acuerdo en que es una escritora de taller literario, de best sellers, que dice que hay que poner tres gotas de esto, otras dos de esto, cinco de lo otro, sexo por supuesto, y cuanto más perverso mejor, lo mezclamos, lo batimos, y no se le da mal escribir, pero los personajes no tienen calado.
Por casualidad leí Mientras duerme el tiburón, que es, más o menos, un poco de cada cosa, y lo leí en paralelo con El día antes de la felicidad de Erri De Luca. Era tan abismal la diferencia de profundidad y conocimiento de la condición humana, que es lo que define a un gran escritor, además del estilo, que yo no creí los libros de Milena Agus. En ningún momento encontré la profundidad del personaje. En algunas cosas me ha hecho acordar a otras escritoras que tampoco me gustan en su forma de escribir. Pienso que no les da calado a los personajes. No es casualidad que no desarrolle las oportunidades que tiene de indagar en ellos, y creo que el final es uno de los trucos de los talleres. Me apena que nos pongan estos ganchos.
Y por otro lado, respecto a los fantasmas de esta mujer, yo no sé si son estos o no lo son, sí debo decir que en Mientras duerme el tiburón, las cuestiones sexuales son absolutamente perversas pero sin dar ninguna clave de por qué alguien podía meterse por ahí.
Y por otro lado, respecto a los fantasmas de esta mujer, yo no sé si son estos o no lo son, sí debo decir que en Mientras duerme el tiburón, las cuestiones sexuales son absolutamente perversas pero sin dar ninguna clave de por qué alguien podía meterse por ahí.
Publicado por Miguel Ángel Alonso