Francisco Aritmendi
Criado nació el 19 de septiembre de 1938 en la localidad alcarreña de
Málaga del Fresno, provincia de Guadalajara. En realidad su familia era
de la cercana Cogolludo, pero por avatares de la Guerra Civil vio la
luz en la citada localidad. De origen humilde, su infancia y
adolescencia en Cogolludo fueron sumamente duras; las condiciones de
vida en España fueron difíciles en aquellos años de posguerra, pero la
familia Aritmendi pasó si cabe aún mayores necesidades. Además tuvo la
enorme desgracia del fallecimiento de su padre siendo él aún un niño.
Francisco es un
joven menudo, de sólo 1.57 o 1.58 de estatura, y ligero, 53 kilos de
peso. Jugaba al fútbol, pero en 1957 disputó su primera carrera en el
campeonato provincial del Frente de Juventudes, en Guadalajara, y fue
segundo. En 1958 ya ganó la prueba en su provincia natal y fue tercero
en el campeonato nacional de dicha organización. Su primer club fue el
Real Madrid. Luego tuvo que hacer el servicio militar en Zaragoza y
allí fichó por el Club Arenas. En Aragón pasó una agradable etapa de
su vida. Representando a Zaragoza fue 18º en el nacional de cross de
1961 y subió al noveno puesto en 1962. En ese año disputa su primer
Cross de las Naciones y termina en el puesto 33, pero con la enorme
satisfacción de contribuir al segundo puesto por equipos. Terminada la
mili aceptó la oferta del F.C.Barcelona, pero así como de su estancia
en Cataluña guarda buenos recuerdos, su paso por el club blaugrana no
fue del todo satisfactoria. Lo mejor sin duda fue estar a las órdenes
de Gregorio Rojo, que fue el gran entrenador de su vida. Rojo
declararía que el triunfo de Aritmendi en el Cross de las Naciones de
1964, que veremos después, sería la mayor satisfacción de su larguísima
trayectoria como entrenador de algunos de los mejores atletas de
nuestro país. En 1963 ya es segundo en el nacional de cross, tras
Mariano Haro; sus expectativas para el Cross de las Naciones de ese año
son grandes; se disputa por segunda vez en España, en Lasarte, pero la
prueba es una decepción enorme. Aritmendi la disputa con un
comportamiento alocado, en el que corre sin cabeza y no pensando en el
equipo. Se ve obligado a la retirada a poco más de un kilómetro de la
meta. Si hubiera corrido más ordenadamente podría haber acabado hacia el
décimo puesto. Las críticas en la prensa serían feroces y despiadadas,
puesto que con su abandono España perdió la clara posibilidad de ganar
por equipos...
01 ene al 31 dic 1964 23:59 (98) 10 dic 2021 0:25