David Cal, abanderado español en Pekín, apunta a dos oros y demuestra que su ambición no tiene límites para la cita olímpica.
El gallego David Cal, de 25 años, se está preparando a conciencia para culminar en Pekín-2008 un reto jamás logrado por un español: ganar dos oros en unos mismos Juegos. En Atenas-2004 se colgó un oro (C-1 1.000 metros) y una plata (C-1 500) y en su palmarés también lucen cuatro medallas mundiales, con oro en 2007 en C-1 500, y otras cuatro europeas.
Con fama de no perderse ni un entrenamiento, ¿usted sería un buen ejemplo para Ronaldinho?
No estoy muy al tanto de lo que él hace, aunque sí he oído algo. Yo soy más constante. Este año creo que no me he perdido ninguno. O uno o dos como mucho. Me gusta entrenarme porque va a favor de mis intereses y es lo que marcará la diferencia entre estar ahí o no. Entrenar es lo que toca para luego poder andar bien.
¿Se encuentra mejor que en 2004?
Es complicado compararme porque para los Juegos de Atenas-2004 entrené en una pista más lenta. Allí llegué en un estado de forma muy bueno. Ahora soy cuatro años más maduro, con más entrenamientos y espero haber mejorado un poco.
¿Sería una decepción no ganar al menos un oro?
Depende de cómo vayan las cosas. Ahora es difícil saber qué será o no una decepción. Si lo das todo pero un rival es mejor, ¿qué se le va a hacer? En Atenas, cuando gané al alemán Andreas Dittmer en C-1 1.000, él dijo que no lo consideraba una derrota porque había hecho la carrera de su vida. Puedes hacer una carrera mala entre comillas y a lo mejor ganas y, al contrario, en otra lo das todo y nada.
¿Firmaría ganar dos platas?
No. El objetivo es ganar dos oros. Si me conformase con dos platas, me pondría el listón por debajo porque en Atenas ya gané un oro y una plata. Aunque igual después no consigo medalla, yo no firmo dos platas, eso es darte por vencido.
¿Quiénes serán sus principales rivales en los Juegos de Pekín?
Habrá bastantes. En la final de 1.000 metros del Mundial de 2007 los seis éramos campeones olímpicos o mundiales. Andreas Dittmer, Maxim Opalev y Attila Vajda son algunos, pero siempre puede salir otro por ahí. Tú sabes lo que has entrenado tú, pero no lo que han hecho los otros.
¿Cómo lucha contra la presión de saberse en el punto de mira?
No siento mucho esa presión. En teoría soy uno de los favoritos, pero yo tengo mi rutina de vida, he trabajado bien y me están saliendo bien las cosas. Si te entrenas bien y a gusto, lo único que queda es rematarlo en la competición. Me pondría nervioso y tendría dudas si no hubiese entrenado bien. No es el caso.
Lleva varias semanas concentrado y aislado del mundo. ¿Se ha llegado a sentir como Robinson Crusoe en una isla desierta?
No, tampoco es eso. Pedí un sitio apartado, pero no incomunicado. Existen el móvil e internet y de vez en cuando hablo con mi familia y mis amigos. No tengo mucho tiempo libre, pero entonces lo aprovecho también para ver la tele, leer libros y cosas así.
¿Qué fue lo primero que pensó cuando el presidente del COE, Alejandro Blanco, le dijo que sería el abanderado español?
Me cogió por sorpresa. Estaba entrenando y me llamó mi entrenador. Me pasó el móvil y cuando me lo soltó me quedé extrañado porque en principio era Deferr. No contaba con que hubiese renunciado porque compitiese al día siguiente. Estoy muy orgulloso y contento.
¿En qué le trastoca sus planes ser el abanderado el 8 de agosto?
No tenía pensado ir a la inauguración para descansar y entrenar a gusto. Ir a la ceremonia era un poco incompatible con los entrenamientos, pero tampoco es un problema. Tenemos diez días para recuperarnos y entrenar hasta el día de la competición. Igual es un poco pesado ir a la inauguración porque tienes que estar listo bastantes horas antes, pero por otra parte es un orgullo ser el abanderado. Una cosa por la otra.
Haga su pronóstico. ¿Cuántas medallas ganará España?
Es complicado decir una cifra. Es difícil, pero espero que se igualen las 22 de Barcelona-92. Conozco a algunos deportistas, pero no a todos. Deferr, la sincronizada, Paquillo Fernández, Nadal, el basket, la vela... Hay mucha gente para ganar medallas. Hay que buscar retos interesantes para conseguir metas altas. Lo bueno es ser inconformista, que se contagien los otros deportistas y sacar buenos resultados. Si eres conformista, consigues menos cosas.
Fuente: el mundo deportivo.es
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