El progreso de las marcas en las pruebas de velocidad del atletismo nunca vivió nada parecido. En el juego de las comparaciones entre deportes suelen surgir opiniones distintas y es difícil establecer quién es el mejor si se mezclan disciplinas. Siempre habrá miradas diferentes, pero hasta en ese sentido Usain Bolt eliminó las discusiones. Es el deportista del año y refutar esa afirmación requeriría de argumentos cercanos a la ficción. A principios de 2008, se creía que iba a ser muy difícil bajar los 9.74 en los 100 metros, un registro de otro jamaiquino, Asafa Powell. Pero apareció Usain, de la nada, y en mayo de ese año, siendo una cara conocida sólo para los especialistas (hasta entonces no corría los 100 metros), bajó el registro a 9.72. Entonces empezó otra historia. En Pekín 2008 se esperaba otro golpe y lo dio: 9.69. Ahora sí, "no hay manera de seguir mejorando ese récord", se dijo. Pero él era campeón olímpico y le faltaba ser campeón mundial. Tenía una buena razón para exigirse. Y el 16 de agosto pasado, en Berlín, logró los 9.58...