Eusebio Cáceres López, en Moratalaz (Madrid) el 02 de julio de 2010.
Se pone al teléfono nada más regresar del instituto. Eusebio Cáceres López (Onil, 1991) aparca sus muelles durante unas horas para dar el salto definitivo a la universidad. En los libros de texto ya aparece su nombre, pero no se conforma. Quiere escribir en 2012 su historia, allá donde los hombres se separan de los héroes. En un deporte hambriento de éxitos y necesitado de iconos, la mayoría de las miradas se dirigen a Cáceres.
"Yo no soy un tío que se coma la cabeza", introduce el saltador. "No me meto presión. Soy un poco tonto en ese sentido, no hago caso de lo que se dice de mí, ni de lo bueno ni de lo malo". Orgulloso como pocos de sus raíces, aspira a convertirse en el tercer gran deportista olímpico de Onil, tras Javier Arqués y Salva Vila. Ambición no le falta...
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