La concentración en Barcelona se convirtió por momentos en una fiesta infantil, pero por la noche la plaza de Cataluña estaba a rebosar. Más de 5.000 personas se sumaron a las nueve de la noche a la cacerolada, que llenó la parte peatonal situada en el corazón de la plaza. La gente seguía a esa hora llegando desde las calles aledañas, mientras eran visibles decenas de mochilas y sacos de dormir de participantes que acudían con la intención de pasar la noche al raso...
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