Marta Domínguez
Foto: Diego G. Souto (http://www.marca.com)La juez Mercedes Pérez Barrios, que instruye la Operación Galgo, ha recibido recientemente un informe de la Agencia Estatal Antidopaje en el que se le indica que el Fortecortín, producto con el que Marta Domínguez trató a su liebre, Eduardo Polo, según la Guardia Civil, contiene dexametasona, una sustancia prohibida. "No está permitido su uso por vía oral, intravenosa, intramuscular y rectal, que son las únicas formas en las que se comercializa en España", dice el texto del informe, al que ha tenido acceso este diario; "es perjudicial para la salud y puede provocar diabetes, síndrome de Cushing (...)".
"Es cierto que es un producto con restricciones de uso, prohibido en la competición, pero está permitido fuera de ella, sea cual sea la vía de administración", argumenta José Rodríguez, abogado de la fondista, que está imputada por un delito contra la salud pública; "Marta se lo aplicó a Polo, que estaba lesionado. A nadie se le escapa que se hallaba fuera de la competición".
Mientras la Agencia Antidopaje remitía ese escrito, el laboratorio de Colonia seguía analizando los viales que la campeona mundial de los 3.000 metros obstáculos le habría proporcionado a Alberto García, según la Guardia Civil. Pese a que García dijo que contienen el anabolizante trembolona, no se ha encontrado "nada definitivo, aunque hay pequeñas trazas que se siguen analizando". La declaración del atleta de Vallecas y la pista del Fortecortín, son varios de los elementos con los que la juez sostiene la imputación de Domínguez.
En julio de 2010, días antes del inicio de los Campeonatos de Europa de Barcelona, la Guardia Civil grabó la siguiente llamada de Domínguez a García.
-Te llamo para preguntarte, ¿para limpiar la casa dentro?, ¿cuánto hay que...?, ¿una semana?
-¿Cuándo te vas para allí?
-Yo me voy el lunes.
-El lunes, que es... Pues ya, ¿no? ¿Hoy has hecho?
-Hoy voy a hacer, sí.
-Pues yo creo que hoy.
-¿Hoy el último?
-(...) Sí total, ¿sabes? Siete te da igual que nueve Marta. (...) Y a ver, que siete tampoco pasa nada, pero...
-Ya, mejor nueve.
En diciembre de 2010, los investigadores interrogaron a García, sancionado dos años por dopaje e imputado en la Operación Galgo, y le preguntaron por el significado de esa conversación.
"Manifiesta que lo que le está preguntando [Marta Domínguez] es el tiempo que la EPO tarda en desaparecer de su organismo", dijo el fondista en su declaración. "Que en el mundo del atletismo todo el mundo sabe que al utilizar EPO en sangre desaparece en torno a los nueve días (...)", siguió. "Que Marta sabe esto, pero que de alguna manera quería estar segura del tiempo que tenía que pasar hasta que la EPO desaparecía del organismo. En cuanto a la dosificación, cree que Marta está utilizando 1.000 UI [unidades internacionales] de EPO, y que ese día Marta tenía que ponerse 2.000 UI y no volver a consumir EPO hasta la competición al objeto de evitar los controles".
No fue la única conversación que llamó la atención de los investigadores. Los agentes le preguntaron a García a qué se refería Marta al decirle que "se cagó".
"El manifestante cree que es por todas las operaciones contra el dopaje que estaban saliendo. Que en 2008 le dio un vial a medio de contenido, en 2009 otro vial a medio de contenido y en 2010 le dio un vial con un cuarto de contenido (...) Que Marta le regalaba esas sustancias". En otra ocasión, García sería más específico, según su declaración: "Manifiesta que sí, que Marta le ha facilitado en ocasiones el oro [supuesta trembolona, según el atleta] y una ampolla de EPO".
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