Foto gentileza de: Courtesy Guy Dedieu (http://www.sitiodeciclismo.net)
De los tiempos de la omertà se pasó a la colaboración en la investigación de casos de dopaje por parte de ciclistas sancionados por dopaje que querían acortar su suspensión y de este escalón, o en paralelo, se pasó a la exclusión social del dopado. Faltaba un último paso, el de la colaboración activa en la lucha contra el dopaje sin pedir nada a cambio. El paso que dio Xavier Tondo, profesional catalán, uno de los líderes del equipo Movistar, quien en diciembre pasado recibió un correo electrónico en el que le ofertaban diversas sustancias dopantes (EPO, hormona de crecimiento, nandrolona, clembuterol...) a buen precio. Tondo podría haber respondido con un encargo, lo que no hizo. Podría haberlo guardado por si en un futuro le venía bien o pasárselo a sus amigos por si les interesaba, lo que tampoco hizo. También podría haberlo tirado a la papelera, pero... no. Lo que hizo fue reenviárselo como denuncia a los Mossos d'Esquadra para que investigasen...
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