Edison Peña, uno de los 33 chilenos que permaneció 69 días atrapado en una mina, correrá este domingo el Maratón de Tokio con el único objetivo de "llegar a la meta", tras completar en noviembre el de Nueva York en 5 horas y 50 minutos.
Peña, que llegó a Tokio esta semana acompañado de su esposa, Angélica, aseguró que la invitación al maratón tokiota le pareció una oportunidad "que no hay que desperdiciar".
Durante el tiempo que permaneció atrapado en la mina de San José a 700 metros de profundidad, el chileno se ganó el apodo de "el atleta" entre sus compañeros porque, para superar el aburrimiento y la depresión, corría por las galerías subterráneas.
"Primero corté mis botas para improvisar unas zapatillas y después me fue llegando otro calzado, primero de neopreno y después me enviaron zapatillas de correr", rememoró Peña.
La carrera del domingo cubrirá los 42,195 kilómetros reglamentarios por varias calles del centro de Tokio, un escenario muy diferente a los oscuros túneles de la mina donde, recordó Peña, "había muchas piedras, pinchaban, eran como cuchillos".
Preguntado sobre qué consejos daría a los atletas japoneses para la prueba del domingo, recomendó "no pensar en otra cosa que llegar a la meta. Eso es lo importante".
Peña también se declaró admirador del etíope Haile Gebreselassie, poseedor del récord mundial de maratón con 2h03:59 y quien este jueves anunció que no participará en la carrera de Tokio, como tenía previsto, tras lesionarse la rodilla durante un entrenamiento en su país.
PROBLEMAS CON LA RODILLA
Pese a no estar nervioso con vistas a la competición, indicó que a él la rodilla también le puede dar problemas: "A ver cómo se comporta", dijo Peña, que en Nueva York tuvo que completar los últimos 20 kilómetros del maratón con bolsas de hielo en las piernas.
Pese a no estar nervioso con vistas a la competición, indicó que a él la rodilla también le puede dar problemas: "A ver cómo se comporta", dijo Peña, que en Nueva York tuvo que completar los últimos 20 kilómetros del maratón con bolsas de hielo en las piernas.
También aseguró que, de completar la carrera, dedicará esta nueva hazaña "a Dios". Tras el rescate de la mina de San José que lo catapultó a la fama junto con sus compañeros, Edison Peña ha participado en varias pruebas deportivas y giras por distintos países, y en su agenda tiene próximas visitas a Alemania y México.
"Yo pensaba vivir una vida tranquila, sin bulla, que nadie me iba a invitar a ninguna parte", apuntó. Pero, ante el giro que dio su vida, se muestra decidido a aprovechar las oportunidades.
"Si yo dijera que no a las cosas, estaría sentado viendo novelas en mi país", reflexiona, aunque se muestra reacio a hablar de planes a largo plazo: "Yo ya no pienso en el futuro. Mañana puedes morir. Eso aprendí".
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