La contaminación de la ciudad de Madrid ayer, vista desde Paracuellos de Jarama, al este de la capital.
Una de las iniciativas estrella del Gobierno de CiU, la eliminación del límite de 80 kilómetros por hora en los accesos a Barcelona, ha topado con una realidad meteorológica inapelable: un anticiclón "de manual" que ha disparado en pocas horas los índices de contaminación ambiental. Desde el sábado, los niveles de polución en el área metropolitana duplican los que la Unión Europea considera razonables para respirar. El anticiclón ha acelerado la concentración de contaminantes (óxido de nitrógeno y partículas en suspensión) y no se retirará de forma definitiva, según las previsiones, hasta el fin de semana.
Según la Generalitat, durante 15 o 20 días al año la contaminación puede aumentar de forma notable por la persistencia de anticiclones. En esos casos, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad debe alertar al Servicio Catalán de Tráfico para que rebaje los topes máximos de velocidad. Así lo hizo el sábado. Se trata, pues, de una situación excepcional. El problema es que ha ido a suceder justo cuando debía formalizarse el aumento de velocidad.
El anticiclón de estos días no es precisamente suave, sino "de manual", precisó la directora de Calidad Ambiental de la Generalitat, Assumpta Farran. El fenómeno está provocando una presión atmosférica muy elevada (de 1.034 hectopascales) que no se registraba en Cataluña desde hace tres años, según Farran. Una de las consecuencias es que las partículas apenas viajan por el aire, sino que se quedan estancadas. Además no sopla viento, de modo que los gases nocivos tienden a concentrarse en la atmósfera. "No se dispersarán hasta que llegue un frente", lo que se prevé que ocurra el fin de semana.
"Hasta que se vaya el anticiclón, la situación irá empeorando", añadió Farran. Los informes emitidos por el Servicio de Vigilancia y Control del Aire permiten constatar ese deterioro. La calidad del aire no es ni más ni menos que el nivel de contaminantes que hay en un metro cúbico de aire. El viernes, los medidores marcaban 35 microgramos, por debajo del tope recomendado por la UE (40). En unas pocas horas, sin embargo, la cifra subió hasta 70 y ha ido en aumento.
Los meteorólogos prevén que hoy y mañana "ventile un poco", aunque el jueves la situación "volverá a empeorar", según Farran. El pinchazo en el estreno del fin de los 80 kilómetros obligó ayer al Gobierno catalán a dar la cara. El portavoz del Ejecutivo dijo que se han producido "errores de contaminación" a la hora de explicar la medida.
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