La pierna de Zarlig adivina si va a avanzar, retroceder o bajar escaleras.
Permiten por primera vez retroceder en la marcha.
El sistema se basa en sensores como los de los videojuegos.
Que en la vida a veces hay que retroceder un paso para avanzar dos es algo que Sven Zarlig tiene muy claro. Aunque este austriaco de 37 años lo dice en sentido literal. Amputado de la pierna izquierda desde los ocho, lleva prácticamente 30 trabajando en dispositivos mecánicos que le ayuden a suplir la extremidad que le falta. El último desarrollo de Otto Bock, una empresa líder del sector en la que Zarlig trabaja desde 1999, es la pierna Genium, y le ha permitido algo sencillo para el resto de la población: caminar en todas direcciones.
Juan Galán, responsable del departamento de Myoservice de la empresa (algo así como servicio muscular), explica que el funcionamiento del nuevo dispositivo se basa en 10 microprocesadores que miden el movimiento angular que inicia el paciente con la pantorrilla para, así, "adivinar, de una manera intuitiva", lo que quiere hacer. "Es como con los giroscopios de la Wii", aclara.
Así, el aparato se prepara para caminar, subir una escalera o una rampa sin necesidad de que el usuario tenga que estar dándole órdenes específicas. "Permite pasar del paso corto a la zancada, del paso lento a la carrera, y, como novedad, ir marcha atrás", resalta. "Esto último no es ninguna tontería. Imagínate que vas a cruzar una calle y cuando ya has empezado a hacerlo llega un coche y tienes que retroceder. Una persona con las dos piernas daría un paso hacia atrás, si tiene una prótesis debe girarse", pone Galván como ejemplo...
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