El surafricano
Óscar Pistorius, campeón paralímpico en los Juegos de Pekín 2008 en 100, 200 y 400 metros, aseguró en la clausura de la I Semana de Deporte Inclusivo que "desde el lunes" se dedicará "a preparar los
Juegos Olímpicos de Londres", en los que espera cumplir "un hito" en su carrera.
Pistorius, que utiliza prótesis transtibiales construidas en fibra de carbono, es un icono mundial para los deportistas con capacidad y un quebradero de cabeza para la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) por su afán de medirse a los atletas sin discapacidad. No pudo conseguir la mínima para los Juegos de Pekín tras recibir, con escaso margen de tiempo para su preparar la cita olímpica, luz verde del TAS, pero en Londres ha puesto el desafío de su vida.
"A partir del lunes me empiezo a preparar para
Londres 2012. Voy a conseguir la marca mínima y me clasificaré. El año 2011 será un año fundamental para mí. Creo que estaré en Londres", dijo Pistorius, de 24 años, quien ofreció un despliegue de sentido del humor en forma de conferencia en los salones que sirven de antesala del palco del estadio santiago Bernabéu.
"Hay que tratar la discapacidad con sentido del humor. Si empiezas algo y no sale bien", como le sucedió al propio Pistorius en los Paralímpicos de Atenas, cuando se quedó clavado en una salida que creyó nula, "tienes que perseverar para cambiar tu suerte".
Con esta premisa Pistorius apunta a Londres, más por un empeño deportivo que de otro tipo. "He tenido fortuna al participar en Paralimpíadas, pero ahora quiero correr 400 metros y me da igual contra quien. Será difícil clasificarse, pero participar sería fantástico. Los Juegos serían un hito en mi carrera", dijo.
Pistorius contó su historia, la humana y la deportiva. Cuando era un bebé le fueron amputadas las piernas, pero el apoyo de la familia fue el revulsivo para toda su vida. Su madre escribió una carta para el pequeño Oscar, para que la abriera cuando fuera mayor.
"Un perdedor es el que se sienta y mira cómo corren los demás", decía el mensaje. Su madre se reunió con 12 cirujanos y les preguntó cual sería su decisión en caso de que se tratara de su propio hijo. A los trece meses ya tenía sus prótesis, sus "piernas" para siempre.
Sus padres apostaron por el deporte, pero los inicios de Pistorius en el atletismo se deben agradecer a la practica del rugby. "Me lesioné jugando al rugby y me mandaron correr como parte de la rehabilitación".
Ahí empezó todo. Pistorius no vio la parte negativa de su discapacidad. En su colegio recibió todo tipo de ayudas y sus progresos en el atletismo no tardaron.
En 2004, cuando apenas llevaba 8 meses corriendo, se presentó "con 17 años, el pelo rizado y aparato corrector en los dientes" en los Juegos de Atenas. En el 200 le tocó en la calle de al lado a un francés que se dedicó a ponerle nervioso. Tras dos salidas nulas, que le terminaron de poner de los nervios, la tercera fue buena y Pistoruis se quedó clavado. Se conformó con ver a los rivales de lejos.
"Aquella experiencia me enseñó que las cosas no son como empiezan, que aunque tengas un tropiezo te tienes que recuperar y ver la parte positiva", comentó.
También le marcó un trayecto en el kart de su hermano en una bajada de vértigo. Cuando pensó que se iban a matar, con solo cuatro años, el hermano utilizó una de sus prótesis para frenar el vehículo. "Ahí me di cuenta de que tener una prótesis no está nada mal", recordó sonriente.
En 2007 la
IAAF le prohibió participar en las competiciones de máximo nivel al considerar que las prótesis le otorgaban ventaja. Recurrió al TAS y el máximo organismo de arbitraje deportivo le dio la razón. Sus "piernas" de fibra de carbono no suponían ventaja alguna. "Simplemente soy distinto funcionalmente", dice Pistoruis, a quien no le gusta el término "discapacitado".
El atleta surafricano empezó a caminar con unos zapatos de madera que "se rompían enseguida", por lo que su madre fue a visitar empresas hasta conseguir unas prótesis con mejores prestaciones. "Luego conseguimos fibra de carbono y como mi padre es ingeniero aeronáutico las llevó a su empresa con el diseño que queríamos y allí me construyeron unas prótesis muy buenas", comenta Pistorius.
Las prótesis que utiliza Pistorius cuestan alrededor de 5.000 euros, mientras que las que fabrican para el "Proyecto Mozambique", en el que participa el deportista surafricano tienen un precio de 150 euros.
Londres 2012 puede pasar a la historia si finalmente Pistorius logra la mínima y puede medirse a los mejores atletas del mundo sin discapacidad. La IAAF tendrá que dar pista libre a Pistorius, el hombre que supo leer el mensaje de su madre: "Un perdedor es el que se queda sentado a mirar cómo corren los demás".
Fuente: http://www.as.com
Pistorius, durante la clausura de la I Semana del Deporte Inclusivo
Foto gentileza de: Ángel Rivero (http://www.marca.com)
"O eres positivo o hundes a todo el mundo"