El viaje más corto de Barni ha sido naturalmente el de España. Y la mascota de Barcelona 2010 lo ha querido empezar justo en el centro del país, en el kilómetro 0 que está localizado en la Puerta del Sol de Madrid.
España es un país en alza atléticamente hablando. Ha demostrado en numerosas ocasiones una notable capacidad de organización, se ha distinguido, al menos en anteriores etapas, en la gestión correcta de la captación de talentos, llegando a ser una potencia en las categorías inferiores, y ha alcanzado los primeros lugares de la jerarquía europea a pesar de haber comenzado su andadura en el terreno de los triunfos internacionales en 1978, hace apenas 32 años.
La organización de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona y la creación, con el propósito de asegurar una mejor preparación de los deportistas españoles, de un ambicioso plan de trabajo que todavía hoy se conoce como el Plan ADO marcaron un antes y un después de esa fecha. Aunque ya antes de Barcelona 92 se consiguieron extraordinarios éxitos en algunas de las mayores competiciones internacionales, nada fue igual en aquellas jornadas de Montjuïc en las que España obtuvo cuatro medallas, dos de ellas de oro gracias a Fermín Cacho (1.500 metros) y a Daniel Plaza (20 kilómetros marcha).
Y todavía llegarían después las cinco medallas del Campeonato del Mundo de Stuttgart de 1993, el triplete mágico en el maratón del Campeonato de Europa de Helsinki un año más tarde, la explosión de júbilo vivida en Sevilla-99 y las increíbles cosechas de medallas de principio de siglo, con aquel el límite de 15 alcanzadas en el Campeonato de Europa de 2002 celebrado en Múnich.
Barcelona 2010 es el siguiente capítulo de esta historia dorada de tres décadas de éxitos del atletismo español. La Ciudad Condal se prepara para albergar el 20 Campeonato de Europa de Atletismo. Será la primera vez que este certamen se dispute en España, otra conquista, y Barni ha podido constatar, sin salir de casa, la transformación del Estadi Olímpic de Montjuïc, la antigua sede de los Juegos Olímpicos de 1992, y la excitante atmósfera que nuevamente se respira en la ciudad ante la llegada de un evento deportivo de gigantescas proporciones como es el Campeonato de Europa de Atletismo.
Fuente: http://www.bcn2010
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