Los vencedores del XXXVIII Medio Maratón de Elche, en la que han participado cerca de 2.300 atletas, ha cumplido todos los pronósticos. Tanto Otmanen Bataimi como María José Pueyo partían como favoritos para adjudicarse la prueba ilicitana. El atleta marroquí tenía en su currículum la victoria el Maratón del Mediterráneo, con una marca de dos horas y 19 minutos, y en el medio maratón de Gavá, mientras que la corredora aragonesa llegaba precedida de sus triunfos en el Campeonato de España de maratón en 2005 y 2008 y en la Mitja Marató de Santa Pola 2008.
Nada más dar el pistoletazo de salida el concejal de Deportes, Federico Buyolo, se formó un grupo de atletas en el que comenzó a tirar el villenense Andrés Micó, seguido de ocho atletas entre los que se encontraba su compañero de equipo Severino Felipe y nueve atletas africanos. Por el primer paso por la línea de meta, en el kilómetro 2,5, seguía el grupo compacto, pero a partir del cinco se fue desgranando y se quedaron sólo cinco atletas: Micó, Bataime, Dahhoui, Belali y Chmati.
En el paso por el kilómetro 9, Bataime se marchó en solitario, Belali y Chmati «pincharon» y Dahhoui y Micó trataban de seguir de cerca la estela del marroquí. Pero conforme fueron transcurriendo los kilómetros, el atleta africano afincado en Barcelona fue aumentando su ventaja hasta cruzar la línea de meta en solitario, con un tiempo de una hora, cinco minutos y 51 segundos, muy lejos del espectacular récord de la prueba que ostenta el tanzano Benedict Ako, desde el año 1997, con una hora, un minuto y 34 segundos, realizados en el circuito antiguo. Otmane Bataimi se embolsó los 900 euros que había destinado al ganador.
La lucha por la segunda plaza fue más cerrada y el atleta del Decatlón Kondy Abdelaziz Dahhaoui superó en 34 segundos a Andrés Micó y se llevó 400 euros, mientras que el villenense obtuvo 200 euros de la tercera plaza y 150 por ser el primer español.
En la lucha por el triunfo femenino, María José Pueyo comenzó marcando un ritmo que en los primeros kilómetros seguieron la marroquí afincada en Cartagena Wafiya Benali y la keniata Mary Jepchumba, que participaba en la categoría júnior. La atleta aragonesa fue aumentando su zancada y se marchó en solitaria, aumentando de forma vertigosas su ventaja. La victoria la tenía asegurada y la única duda era si podía batir el récord que Malika Asahassahdejó en el año 2008 con una hora, 12 minutos y 20 segundos. Pueyo intensificó su ritmo, pero llegó a la línea de meta con una hora y 13 minutos justos, a 40 segundos de la mejor marca de la prueba. La corredora de Sabiñánigo obtuvo una recompensa de 1.050, 900 por el triunfo absoluto y 120 por ser la primera española.
Wafiya Benali también se distanció a su vez de Jepchumba y entró en segundo lugar, a más de cuatro minutos de la ganadora. El tercer puesto fue para la keniata, mientras que la santapolera del Puerto de Alicante, María Teresa Macía fue la cuarta mujer en cruzar la meta. La pegolina Carmen Sala, que a pesar de ser veterana se inscribió en absoluta fue quinta y tercera de su categoría, mientras que la ilicitana Sandra Hervás, que volvía a la prueba después de mucho tiempo lesionada fue la sexta fémina.
En este carrera no se batió ningún récord, pero hubo una participación de calidad y, sobre todo, un ambiente de lujo en el Paseo de La Estación, donde estaba situada la línea de salida y de meta.
Nada más dar el pistoletazo de salida el concejal de Deportes, Federico Buyolo, se formó un grupo de atletas en el que comenzó a tirar el villenense Andrés Micó, seguido de ocho atletas entre los que se encontraba su compañero de equipo Severino Felipe y nueve atletas africanos. Por el primer paso por la línea de meta, en el kilómetro 2,5, seguía el grupo compacto, pero a partir del cinco se fue desgranando y se quedaron sólo cinco atletas: Micó, Bataime, Dahhoui, Belali y Chmati.
En el paso por el kilómetro 9, Bataime se marchó en solitario, Belali y Chmati «pincharon» y Dahhoui y Micó trataban de seguir de cerca la estela del marroquí. Pero conforme fueron transcurriendo los kilómetros, el atleta africano afincado en Barcelona fue aumentando su ventaja hasta cruzar la línea de meta en solitario, con un tiempo de una hora, cinco minutos y 51 segundos, muy lejos del espectacular récord de la prueba que ostenta el tanzano Benedict Ako, desde el año 1997, con una hora, un minuto y 34 segundos, realizados en el circuito antiguo. Otmane Bataimi se embolsó los 900 euros que había destinado al ganador.
La lucha por la segunda plaza fue más cerrada y el atleta del Decatlón Kondy Abdelaziz Dahhaoui superó en 34 segundos a Andrés Micó y se llevó 400 euros, mientras que el villenense obtuvo 200 euros de la tercera plaza y 150 por ser el primer español.
En la lucha por el triunfo femenino, María José Pueyo comenzó marcando un ritmo que en los primeros kilómetros seguieron la marroquí afincada en Cartagena Wafiya Benali y la keniata Mary Jepchumba, que participaba en la categoría júnior. La atleta aragonesa fue aumentando su zancada y se marchó en solitaria, aumentando de forma vertigosas su ventaja. La victoria la tenía asegurada y la única duda era si podía batir el récord que Malika Asahassahdejó en el año 2008 con una hora, 12 minutos y 20 segundos. Pueyo intensificó su ritmo, pero llegó a la línea de meta con una hora y 13 minutos justos, a 40 segundos de la mejor marca de la prueba. La corredora de Sabiñánigo obtuvo una recompensa de 1.050, 900 por el triunfo absoluto y 120 por ser la primera española.
Wafiya Benali también se distanció a su vez de Jepchumba y entró en segundo lugar, a más de cuatro minutos de la ganadora. El tercer puesto fue para la keniata, mientras que la santapolera del Puerto de Alicante, María Teresa Macía fue la cuarta mujer en cruzar la meta. La pegolina Carmen Sala, que a pesar de ser veterana se inscribió en absoluta fue quinta y tercera de su categoría, mientras que la ilicitana Sandra Hervás, que volvía a la prueba después de mucho tiempo lesionada fue la sexta fémina.
En este carrera no se batió ningún récord, pero hubo una participación de calidad y, sobre todo, un ambiente de lujo en el Paseo de La Estación, donde estaba situada la línea de salida y de meta.
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