Jonathan Guisado entrenando en Zalamea.
El joven atleta, que explicó que cuando llega a una ciudad coloca carteles en la calle en los que explica el motivo de su carrera y una hucha para que los viandantes puedan hacer una donación, lamentó que tan sólo haya recaudado 210 euros en su viaje.
Un joven extremeño, que el pasado 28 de febrero salió de su casa para emprender una carrera solidaria en apoyo de una niña de Huelva que sufre parálisis cerebral, y cuya familia necesita 25.000 euros para ser tratada en Estados Unidos, finalizó su aventura con 1.160 kilómetros recorridos.
El ultrafondista extremeño Jonathan Guisado, que ya ha protagonizado otras carreras solidarias, como las realizados en apoyo de la familias de Mari Luz Cortés o Marta del Castillo, ha recorrido en 18 días distintas provincias andaluzas, como Córdoba, Sevilla, Cádiz, Málaga y Jaén, aunque un problema de salud le obligó a abandonar su intención de recorrer toda la comunidad.
Según explicó el deportista, la niña, de 1 año, sufre una parálisis cerebral del 80 por ciento y su familia necesita 25.000 euros para que pueda ser tratada en Filadelfia (EEUU) y "mejorar su calidad de vida", además de recibir un curso fisioterapéutico que serviría de guía a la familia en sus cuidados.
El joven atleta, que explicó que cuando llega a una ciudad coloca carteles en la calle en los que explica el motivo de su carrera y una hucha para que los viandantes puedan hacer una donación, lamentó que tan sólo haya recaudado 210 euros en su viaje, aunque insistió en que no ha pedido limosna. Guisado explicó que le une cierta amistad con un familiar de la niña y aunque afirmó que es duro emprender una acción solidaria de este tipo, "merece la pena" ya que es importante que la gente conozca el caso para solidarizarse.
Sobre su abandono, el atleta explicó que ha estado tres veces hospitalizado por diferentes problemas en el riñón, daños en el ligamento y toxinas en la sangre, por lo que los médicos le recomendaron que finalice su marcha en Córdoba, porque si no, pondría en peligro su integridad física. El ultrafondista extremeño pretende con esto "concienciar" a la sociedad española de la grave situación por la que está pasando esta niña y su familia y ayudar en la medida de sus posibilidades.
Esta marcha solidaria es la segunda que realiza el joven atleta por esta niña onubense, ya que el pasado 11 de enero recorrió los 400 kilómetros que separan su pueblo Zalamea de la Serena (Badajoz) de Huelva. Por otra parte, el ultrafondista extremeño publicará un libro titulado 'El asfalto, testigo de mi dolor', en el que relatará la historia de esta niña onubense junto a otros momentos de cada "carrera solidaria" y cuya recaudación donará para el tratamiento de la pequeña.
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