Jana Rawlinson celebra su victoria en la final de los 400 metros vallas en el Mundial de Osaska
Rawlinson se quita los implantes mamarios para ser más competitiva
· La atleta australiana se proclamó campeona del mundo de 400 metros vallas en París'03 y Osaka'07 · Su objetivo es llegar a Londres en un estado de forma óptimo para conseguir una medalla olímpica.
EFE
Jana Rawlinson, campeona mundial de 400 metros vallas en París'03 y Osaka'07, ha decidido quitarse los implantes mamarios con el propósito de aumentar sus posibilidades de obtener en Londres una medalla olímpica que falta en su palmarés. "Me gusta mucho tener los pechos más grandes, pero he madurado lo suficiente para conocerme a mí misma, para ser sincera acerca de quien soy cuando me miro al espejo y todavía me siento sexy sin mis tetas", comentó a la revista 'Woman's Day'.
Jana Rawlinson, campeona mundial de 400 metros vallas en París'03 y Osaka'07, ha decidido quitarse los implantes mamarios con el propósito de aumentar sus posibilidades de obtener en Londres una medalla olímpica que falta en su palmarés. "Me gusta mucho tener los pechos más grandes, pero he madurado lo suficiente para conocerme a mí misma, para ser sincera acerca de quien soy cuando me miro al espejo y todavía me siento sexy sin mis tetas", comentó a la revista 'Woman's Day'.
La atleta australiana, de 26 años, se sometió a una operación de implantes mamarios en julio de 2008, pero catorce meses después volvió al quirófano para quitárselos, y asegura que no los echa de menos. "Vuelvo a estar tan plana como una torta", comentó con humor. Rawlinson piensa que por ser más sexy no va a ganar más medallas. "Quiero sentirme lo más atleta posible para saber que en Londres estaré en mi mejor forma posible. En este punto de mi vida no necesito ser glamurosa y, al fin y al cabo, siempre podré volver a operarme los pechos cuando me retire. No hay medallas por ser bella", apuntó.
La operación de aumento de pechos permitió a Rawlinson pasar de la talla 75 a la 90. "Siempre había estado descontenta con mi apariencia. Cuando me miraba al espejo veía brazos musculosos, hombros anchos y largas y fuertes piernas, que son armas muy útiles para correr mucho, pero no me hacían sentirme mujer", señaló la vallista. "Hay un par de chicas en el atletismo que no voy a nombrar, que son campeonas olímpicas pero que parecen hombres y yo no quiero ser como ellas. Eso es lo que me llevó a operarme la primera vez", agregó.
Rawlinson, por último, confesó que siempre ha envidiado "a las chicas que son por naturaleza chiquitas, con figura de reloj de arena. Yo, la única vez que me he sentido mujer fue cuando estuve embarazada. Con el aumento de pecho me sentí como una persona diferente, suave y femenina, estaba enamorada de mis pechos".
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