Ángel Cruz
La crisis no hace mella en Dubai (uno de los siete Emiratos Árabes Unidos), que acaba de inaugurar el rascacielos más alto del mundo (el Burj Tower, de 818 metros de altura y 162 pisos) y la madrugada del jueves al viernes organizará un maratón para el que ha presupuestado unos 6,5 millones de petrodólares (aproximadamente 4,6 millones de euros). Es el segundo del mundo en este aspecto, tras Londres (siete millones de dólares). De ellos Haile Gebrselassie, el etíope plusmarquista del mundo, se llevaría 2.250.000 dólares (alrededor de 1,6 millones de euros) si, además de vencer, supera su récord mundial, situado en estos momentos en 2h 03:59.
Gebre tiene un fijo asegurado de un millón de dólares, más 250.000 como premio por vencer y otro millón si alcanza la plusmarca mundial. No es un brindis al sol de los organizadores, porque en 2008 el etíope consiguió un tiempo de 2h 04:53, a sólo 27 segundos de la plusmarca de aquel momento. Y el año pasado, con fuerte lluvia (algo insólito en el emirato) terminó en 2h 05:59, otro registro de excelente nivel.
"Estoy en plena forma, me encuentro perfectamente", ha dicho Gebre en la rueda de prensa anterior a la carrera. Pero luego ha advertido: "Además de que yo esté muy bien, todo lo demás también tiene que ser perfecto: el clima, las liebres... Si todo sale a la perfección puedo corre en un tiempo de 2h 03:30". Un pasito más hacia la ruptura de las tres horas en la carrera de los 42.195 metros.
El Maratón de Dubai se disputa bajo el amparo del sheikh Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, máximo dirigente del país desde 2006 y primer ministro y vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos, pero los millones de dólares los aportan diversas empresas y organismos oficiales dubaitíes. Se premiará con un millón de dólares no sólo el récord masculino, sino también el femenino, aunque en estos momentos no parece haber una atleta en el mundo capaz de superar los 2h 15:25 de la británica Paula Radcliffe. Otro millón se dedicará a recompensar a los diez primeros hombres y mujeres en la meta, con un montante de 250.000 para los vencedores.
El presupuesto de entre seis y siete millones de dólares se completa con los gastos generales de la competición, viajes, estancia de los atletas y con los fijos de salida, de los que sólo se conoce el de Gebrselassie, pero que en otros casos también serán sustanciosos, porque en la línea de salida estarán atletas como el keniano Sammy Korir (quinto maratoniano de todos los tiempos, con 2h 04:56), que podría cobrar alrededor de 180.000 euros), o los etíopes Tesfaye Tola (2h 06:57) y Joshua Chelanga (2h 07:05).
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