Montgomery afirma que su competencia con Greene le llevó a doparse
Foto: agencias (as.com)
Lo confiesa desde la cárcel Tim Montgomery, el padre de su primer hijo, que se confiesa "destruido".
Ángel Cruz
"Marion me habló en varias ocasiones acerca de quitarse la vida; ella tiene un lado oscuro y depresivo, parece fuerte, pero no lo es", cuenta Tim Montgomery desde la cárcel, en una entrevista concedida al diario británico Times, recogida ayer en su edición digital. Montgomery batió el récord mundial de 100 metros (9.78, en París 2002), que perdió al verse involucrado en el Caso Balco. Fue compañero sentimental de Marion Jones, la mejor velocista de finales de los años noventa y principios del 2000, con la que tiene un hijo, Timmy.
Montgomery fue condenado deportivamente por dopaje, pero cumple prisión en Estados Unidos a causa de una trama de fraude bancario y venta de heroína. Marion cumplió el año pasado seis meses de cárcel por mentir en un juicio sobre el consumo de sustancias prohibidas. A propósito del dopaje, Tim Montgomery se muestra tranquilo: "Marion y yo guardábamos las sustancias en el frigorífico, junto a las verduras, y las jeringuillas entre la ropa. Nunca tuvimos remordimientos, porque sabíamos que los demás hacían lo mismo. Nos dopábamos porque queríamos ser los más grandes. Teníamos cámaras en las puertas de la casa por si venía algún 'vampiro' (médico que realiza exámenes sanguíneos antidopaje por sorpresa y preferiblemente de madrigada). Ser castigado por dos años no pasaba por mi cabeza; otros atletas nunca han sido cogidos". Y asegura que fueron las marcas y la superioridad de su compatriota Maurice Greene (9.79 como récord mundial) el que le empujó a doparse.
"Desde pequeño había estado metido en el mundo de las drogas, así que esto era una rutina parecida", dice Montgomery.
También habla Montgomery de sus relaciones con Marion Jones: "Hablamos durante ocho horas en un vuelo desde Estados Unidos a Roma, a las dos horas de aterrizar estábamos juntos en la habitación y seis meses después ella se quedó embarazada". Luego se separaron y ella se casó con Obadele Thompson, otro velocista. "Le escribí desde la cárcel para poder ver a mi hijo, pero ella no me ha contestado". Montgomery lleva tres años sin ver a su hijo Timmy.
De la cárcel, en la que aún sigue, guarda experiencias terribles: "Compartí celda con un pedófilo y tuve que golpearle. Otra vez me vi envuelto en un motín y un guardia me pegó y luego me aplicó un shock eléctrico. Estoy destruido".
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