Mayte Martínez, en Berlín
FOTO: AFP (marca.com)
Mayte Martínez, medallista de bronce en Osaka 2007, consiguió un laborioso séptimo puesto en una final de 800 destrozada por la sudafricana Caster Semenya, sobre cuyo género pesan algunas dudas que habrá de resolver el test de sexo al que está siendo sometida.
En su cuarta final consecutiva de unos Mundiales, la vallisoletana, de 33 años, se descolgó desde la salida, sin cebarse en el ritmo que impuso la keniana Janeth Jepkosgei (56.83 al paso por el 400).
Mayte logró enlazar al cabo de una vuelta, pero apenas lo había hecho Semenya tiró con fuerza para ganar con una ventaja que aumenta las sospechas sobre su condición, "intersexual" según algunos medios. La vallisoletana terminó séptima con un tiempo de 1:58.51.
Recuperada de una reciente tendinitis en la rodilla izquierda, Mayte, que regresaba a una gran competición después de muchos meses de inactividad por una fascitis plantar, no había bajado este año de los dos minutos antes de llegar a Berlín.
Esperaba una carrera rápida y limpia, aunque no tanto como la de Osaka 2007, en la que, tras ir descolgada, avanzó incontenible en la recta principal para ganar la medalla de bronce. Sin embargo, la final fue mucho más rápida que aquella.
Los de Berlín eran sus cuartos Mundiales, tras haber competido en los de Edmonton 2001 (séptima), Helsinki 2005 (quinta) y Osaka 2007 (tercera).
Decepcionada por el resultado
La vallisoletana Mayte Martínez se mostró "un poco decepcionada" pocos minutos después de acabar la prueba.
La vallisoletana Mayte Martínez se mostró "un poco decepcionada" pocos minutos después de acabar la prueba.
Martínez explicó que la final fue a un "ritmo bastante rápido" que le costaba mantener, pero en la que pensaba que, como en los Mundiales japoneses, en la última recta iba a remontar, pero destacó que aunque ella se encontró bien sus rivales también y le ganaron "de la manera más justa".
"He hecho buena marcha y las sensaciones la verdad que durante la carrera han sido muy buenas. Me he encontrado muy bien. En la última recta no he desfallecido mucho, pero las demás han venido en un estado de forma muy bueno y esta vez no me ha servido de nada por mucho que haya querido esprintar", dijo.
Indicó que si hubiera llegado al nivel de Osaka "las rivales con las que hubiera estado peleando por el bronce eran asequibles, pero sabía que tenía que encontrarme yo muy bien y ellas no tan bien".
Martínez tenía la esperanza de acabar entre las cinco primeras y por ello se sale un poco "decepcionada", pero que cuando mañana se levante, "analice todo el año que llevo, me daré cuenta de que lo que he hecho no ha estado nada mal".
"Tengo una máxima, que en esto del atletismo el condicional para mi no existe, de qué me sirve. La carrera ha sido como ha sido y en mi mano no está cambiarlo. En principio el ideal de carrera era a un ritmo de 1:57 más o menos para poder estar ahí defendiéndome, pero ha salido 1:55 y este deporte es así de justo, hay un reloj, unos rivales y quien puede aguanta y quien no, no", comentó.
Fuente: marca.com
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