Kamel, en el momento en el que cruza la línea de meta.
Es el hijo de Gregory Konchella, campeón mundial de 800 hace 22 años · Mekonnen y Lagat no pudieron responder a la embestida del atleta de Bahrein.
Yusuf Saad Kamel, nacido Gregory Konchellah e hijo de Billy, campeón mundial de 800 hace 22 años en Roma, sorprendió a todos los favoritos en la final de 1.500 metros y dio a Bahrein su primera medalla en los Mundiales de Berlín.
Más abierta que nunca en ausencia de otro bahrainí, Rashid Ramzi, campeón en Helsinki 2005, Kamel sentenció la contienda con un esprint sostenido de 150 metros que le condujo vencedor a la meta en 3:35.93, por delante del etíope Deresse Mekonnen, que había hecho todo el desgaste en el primer mil, y del defensor del título, el estadounidense Bernard Lagat.
La primera final sin españoles en la historia de los Mundiales, y con el campeón olímpico, Ramzi, fuera de circulación por dopaje, los favoritos eran los kenianos Augustine Kiprono Choge, de 22 años, el único que ha bajado esta temporada de 3:30, y su compatriota Asbel Kiprop, subcampeón olímpico e invicto este año.
Pero la prueba reina del medio fondo no tiene un dominador claro desde la retirada del marroquí Hicham El Guerruj y siempre deja una puerta abierta a la sorpresa.
Victoria al esprint
Choge tomó la cabeza resueltamente desde la salida, pasó los 800 en 2:00.18 y continuó al frente hasta entrar en la última vuelta, cuando Deresse Mekkonen atacó a fondo. El grupo llegó muy junto a la última curva y todo se resolvió en el esprint, en el que Kamel fue el más fuerte.
Los seis primeros clasificados en la final son nacidos en África. El francés Mehdi Baala, único europeo, hubo de conformarse con el séptimo lugar.
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