Foto: Yolanda Encinas
Amigo Alipio, cuando después de mi operación he vuelto a entrenar en el Cerro de los Ángeles, he visto tu banco vacío. Tú no estabas allí, ya no disfrutarás de nuestro Pinar. Me pareció volver a escuchar tus palabras, no, no pudo ser, pero tuve la sensación de que estabas a mi lado. Cuando empecé a dar la vuelta al “Circuito Grande” tu recuerdo seguía dentro de mí y he sentido que me estabas acompañando, como tantas veces hiciste. Pienso que siempre seguirás con nosotros. Los que hemos sido tus amigos y hemos compartido contigo tantos momentos felices en nuestro querido Cerro. Hasta siempre mi querido amigo. Te mando un abrazo muy fuerte que espero recibas allí donde estés y me lo devuelvas. Blas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario