Mariano Díez repasa sus apuntes junto a la atleta Marta Domínguez, durante un entrenamiento.
Foto: MERCHE DE LA FUENTE
Mariano Díez
Marta Domínguez
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Mariano Díez
Marta Domínguez
El técnico asegura que la atleta no le ha dado explicaciones y que desconoce los verdaderos motivos de la ruptura
El dúo formado por la mejor atleta española de toda la historia, la fondista palentina Marta Domínguez Azpeleta, y su entrenador, Mariano Díez Marcos, se ha roto repentinamente tras 24 años de una vinculación plagada de éxitos. La ruptura se produjo en la tarde del viernes, cuando la campeona, según manifestó ayer Mariano Díez, le dijo de manera sorpresiva en el Pabellón de Venta de Venta de Baños: «Desde este momento, rompo toda relación contigo».
Mariano Díez afirma que desconoce los verdaderos motivos de esta decisión, pero intuye que los antecedentes se remontan a un mes atrás. «La madre de un alumno de la Escuela de Marta Domínguez se acercó a una de las monitoras, Blanca Crespo Martínez, para pedirle que su hijo pudiera también practicar lanzamientos con el grupo que yo dirijo los viernes. Yo le dije a Blanca Crespo que se lo comunicara a la coordinadora de la Escuela de Marta Domínguez, que es su hermana Nuria, y ahí quedó la cosa. Después vinieron otro amigo del niño y una niña más con la misma petición. Me parece hasta normal que los niños quieran conocer otras modalidades del atletismo y no le di importancia alguna creyendo que Marta estaba al tanto», explica.
Pero en la tarde del viernes, Marta y su hermana Nuria se presentaron en el Pabellón de Venta de Baños y la atleta comunicó su decisión a Mariano Díez de forma lacónica. «Me quedé de piedra, y no he vuelto a hablar con ella. Unilateralmente ha decidido romper nuestra vinculación y sigo sin entenderlo. Es más, a raíz de todo esto, también ha despedido a Blanca Crespo, la monitora de su propia escuela», apostillaba ayer un apesadumbrado Mariano Díez.
Malas envidias
El hasta ahora entrenador de Marta Domínguez únicamente encuentra una explicación a su inesperada situación deportiva: la envidia. «Hay que reconocer que la Escuela de Marta Domínguez no está funcionando como se pensaba y los resultados no llegan, posiblemente porque existen muchos puntos que atender y no se puede hacer todo a la vez», agregó.
A partir de ahora, Mariano Díez seguirá con sus entrenamientos en la Escuela de Venta de Baños, a la espera de que en un futuro próximo se pueda saber cuáles han sido los verdaderos motivos de la ruptura. «Me parece imposible que por una chiquillería dejemos un cuarto de siglo de nuestras vidas a un lado. Estoy dispuesto a hablar con Marta, pero no sé si ella quiero hacerlo conmigo», concluyó el técnico.
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