Miguel Ángel Sancho
M. Domínguez, Valencia.
¿Ha conseguido despertar del sueño tras batir dos veces el record de España?
-Aquí estoy, asimilándolo, pero estoy en una nube. Voy rápido, pero no quisiera ir a tanta velocidad. Hemos conseguido nada más empezar más de lo que hubiésemos pensado.
¿Está preparado ahora para la presión, tanto competitiva como mediática?
-Es lo que tiene alcanzar este nivel. Ahora siempre van a esperar de mi buenos resultados. Sin ir más lejos, me lo van a pedir este fin de semana, en el campeonato de España absoluto. Y no siempre va a ser fácil controlar los nervios. Pero es lo que tiene la alta competición. Habrá que saber jugar con las dos cosas: el nivel que tengas y los nervios que te acosen.
¿Nos puede contar cómo fue su curiosa irrupción en el atletismo?.
-Fue en un ejercicio de salto en el instituto cuando tenía 15 años. Yo sabía que tenía capacidad de salto, porque había hecho baloncesto y podía machacar la canasta. Hacer 1,40 era sacar un diez y recuerdo que se acabó la clase y yo continuaba saltando. La profesora me recomendó encarecidamente que hiciera atletismo. Se lo dije a mi madre y me apunté al Terra i Mar, pero allí no hay casi sección masculina; pasé al Torrent y de ahí, al Playas de Castellón.
¿Donde está su límite?
-Suena fuerte que se diga de mi que no tengo, cuando ya me sale la marca esta de 2,27. Pero supongo que sí que lo tendré, pero no se cual será. Sí que es verdad que tengo mucho margen de mejora. Físicamente, porque tengo 18 años y técnicamente, porque sólo llevo tres temporadas.
Ya lo señalan como una esperanza de medalla olímpica: el salto de altura no tiene dueño.
-Es verdad que esto no es como la velocidad, que es para americanos y caribeños o el fondo, que es para africanos. El salto de altura sigue siendo muy europeo.
Díganos alguna habilidad con la que nos deje boquiabiertos.
-Pues... soy capaz de saltar 1,90 metros en zancada. Son diez centímetros más que mi estatura.
¿Le gustaría irse a un CAR o prefiere seguir en Quart de Poblet?.
-Si las cosas funcionan, ¿para qué cambiar?. Estoy bien en casa y con mi entrenador José Peiró.
¿Qué espera hacer en el europeo absoluto de Turín?
-Disfrutar con el mero hecho de estar. Si lograra superar la calificación sería increíble. Sobre todo, me va a venir muy bien para conocer y codearme con los mejores del mundo, que estarán allí.
¿Se ve viviendo del atletismo?-
-Ahora mismo, con esta marca, si. Entre becas, lo que te paga el club, criteriums... sí que puedo dedicarme. Pero sigo estudiando psicología.
Fuente: levante-emv.com
ENLACES:
M. Domínguez, Valencia.
¿Ha conseguido despertar del sueño tras batir dos veces el record de España?
-Aquí estoy, asimilándolo, pero estoy en una nube. Voy rápido, pero no quisiera ir a tanta velocidad. Hemos conseguido nada más empezar más de lo que hubiésemos pensado.
¿Está preparado ahora para la presión, tanto competitiva como mediática?
-Es lo que tiene alcanzar este nivel. Ahora siempre van a esperar de mi buenos resultados. Sin ir más lejos, me lo van a pedir este fin de semana, en el campeonato de España absoluto. Y no siempre va a ser fácil controlar los nervios. Pero es lo que tiene la alta competición. Habrá que saber jugar con las dos cosas: el nivel que tengas y los nervios que te acosen.
¿Nos puede contar cómo fue su curiosa irrupción en el atletismo?.
-Fue en un ejercicio de salto en el instituto cuando tenía 15 años. Yo sabía que tenía capacidad de salto, porque había hecho baloncesto y podía machacar la canasta. Hacer 1,40 era sacar un diez y recuerdo que se acabó la clase y yo continuaba saltando. La profesora me recomendó encarecidamente que hiciera atletismo. Se lo dije a mi madre y me apunté al Terra i Mar, pero allí no hay casi sección masculina; pasé al Torrent y de ahí, al Playas de Castellón.
¿Donde está su límite?
-Suena fuerte que se diga de mi que no tengo, cuando ya me sale la marca esta de 2,27. Pero supongo que sí que lo tendré, pero no se cual será. Sí que es verdad que tengo mucho margen de mejora. Físicamente, porque tengo 18 años y técnicamente, porque sólo llevo tres temporadas.
Ya lo señalan como una esperanza de medalla olímpica: el salto de altura no tiene dueño.
-Es verdad que esto no es como la velocidad, que es para americanos y caribeños o el fondo, que es para africanos. El salto de altura sigue siendo muy europeo.
Díganos alguna habilidad con la que nos deje boquiabiertos.
-Pues... soy capaz de saltar 1,90 metros en zancada. Son diez centímetros más que mi estatura.
¿Le gustaría irse a un CAR o prefiere seguir en Quart de Poblet?.
-Si las cosas funcionan, ¿para qué cambiar?. Estoy bien en casa y con mi entrenador José Peiró.
¿Qué espera hacer en el europeo absoluto de Turín?
-Disfrutar con el mero hecho de estar. Si lograra superar la calificación sería increíble. Sobre todo, me va a venir muy bien para conocer y codearme con los mejores del mundo, que estarán allí.
¿Se ve viviendo del atletismo?-
-Ahora mismo, con esta marca, si. Entre becas, lo que te paga el club, criteriums... sí que puedo dedicarme. Pero sigo estudiando psicología.
Fuente: levante-emv.com
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