Ángel Cruz
Yelena Isinbayeva es insaciable. Lo tiene todo en el salto con pértiga, pero quiere saborear de nuevo cada uno de los hermosos triunfos que ya ha disfrutado. Lo dice en el Newsletter de este mes de los Europeos de Barcelona 2010: "Ya he batido 24 récords del mundo, pero aún quiero más". No se quedará en el número 25, porque ya ha dicho que quiere superar los 37 de Sergey Bubka... Ha subido hasta 5,05 metros al aire libre y hasta 4,95 en sala, pero aspira a explorar el cielo más arriba, mucho más arriba.
También aspira a llevarse en el mes de marzo, en Turín, un título, el Europeo en sala, que ya ha conquistado en otras dos ocasiones. Quiere cosechar seis victorias en la Golden League y embolsarse en solitario el premio del millón de dólares, que ya obtuvo en 2007, aunque compartido con Sanya Richards, cuatrocentista estadounidense. Y sueña con vencer en agosto, en Berlín, en unos Mundiales que ya ha conquista dos veces: en Helsinki 2005 y en Osaka 2007.
Europeos y Juegos.
Yelena siempre quiere más y más. Ya piensa, de hecho, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Repetiría medalla, porque ya fue la mejor en Atenas 2004 y en Pekín 2008. Y dos años antes tiene señalados en su agenda los Europeos de Barcelona. También repetiría, porque ya fue campeona en Gotemburgo 2006. Lo tiene todo y todo lo quiere de nuevo.
"Siempre quiero batir el récord mundial. La gente viene a ver algo especial y no me gusta decepcionarla. Me encanta ser el centro de atención", dice Yelena, que califica a 2008 como un año trascendental. "Ha sido muy importante. Todo el trabajo realizado desde que cambié de entrenador a finales de 2005 ha empezado a dar sus frutos. Esa gente que decía en 2006 y 2007 que no batiría más plusmarcas mundiales ya ha visto que he llegado a mi récord número 24 y, sí, quiero más".
Los dos años que cita la zarina son los únicos en que se rompió la progresión iniciada en 1998, con 16 años, cuando ya fue capaz de saltar cuatro metros. Había cambiado de técnico, comenzó a prepararse con Vitaly Petrov y necesitó un tiempo de adaptación. El entrenador ruso fue el mago que condujo a Sergey Bubka a alturas jamás exploradas en la pértiga: 6,15 metros en pista cubierta y 6,14 al aire libre.
Barcelona.
Yelena declara en el Newsletter de los Europeos de 2010 que está ansiosa por competir en esos continentales: "Nunca he saltado en Barcelona, pero no hace mucho estuve allí en una sesión fotográfica de uno de mis patrocinadores de material deportivo y recuerdo que comimos maravillosamente bien, especialmente a base de marisco. Tendré que ser más cuidadosa con mi dieta cuando compita en los Europeos. Vivo gran parte del año en Montecarlo y me gusta mucho el Mediterráneo. ¿Se ve el mar desde el estadio olímpico de Montjuïc? Quizá no desde el césped, pero, con un poco de suerte, igual lo veo desde el aire, mientras estoy saltando". Habría que volar muy alto...
Fuente: as.com
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