sábado, 27 de diciembre de 2008

2581. XXIX CARRERA DE NAVIDAD: El espíritu de la prueba sigue vivo. Contó con la participación de 143 valientes que desafiaron al intenso frío.


María José y Turmo. | PABLO SEGURA


Paso de la carrera por Banariés. | PABLO SEGURA

Momento de la llegada a Cuarte, antes del acelerón para los más veloces. | PABLO SEGURA

María José Pueyo

La Carrera de Navidad sigue viva. Ayer no se batió el récord (estaba fijado en 187 participantes desde la pasada edición), pero los 143 valientes que acudieron a la cita demostraron que el espíritu de la prueba está más latente que nunca. La presencia de gente nueva -cada año más jóvenes- demuestra que la tradición se renueva para seguir durante muchos años más.

J.M.P.

HUESCA.- No faltaron algunos de los pioneros, como José Armisén, que se presentó en la zona del aparcamiento del camping de San Jorge con puntualidad para tomar la salida un cuarto de hora antes que el resto para hacer el recorrido en marcha (no fue el único) junto con Ricardo Garcés. Ambos completaron el trazado y se reunieron con el resto de atletas en la meta. "Me he encontrado muy bien", apuntó Armisén.

Avellanas, Álvaro Martín y algunos más de los veteranos fueron los encargados de poner un poco de orden y negociar con la autoridad (la Policía Local acompañó a los participantes por el trazado urbano) la entrada en la ciudad por aquello de las obras y rotondas, que en esta ocasión dejaron el trayecto en 14,8 kilómetros.

El frío (en torno a menos cinco grados) y la densa niebla recibieron el goteo de deportistas y presidieron el desarrollo de la carrera, pero no impidió que el calor navideño se apoderara de todo el grupo. No faltaron los gorros de Papá Noel, disfraces festivos, reyes Magos, incluso con la camiseta del Huesca de la Cruz de San Jorge.... (Roberto Cabellud, debajo de la sudadera del Zaragoza llevaba la del Huesca, doy fe).

Tras los saludos y felicitaciones de rigor, con la ya tradicional foto de familia, se procedió al conteo manual, que arrojó un saldo de 143 participantes, más dos ciclistas, que tomaron la salida en dirección a la carretera de Huerrios.

Con las cunetas congeladas y los campos envueltos por una espectacular y blanca postal helada, el grupo fue devorando la niebla, como un monstruo gigante que se movía al compás en medio de la escasa visibilidad.

Las primeras rampas del puente del ferrocarril aceleraron algo el ritmo, pero de nuevo se reestableció la calma y el momento emotivo se produjo en la entrada a Banariés, donde los familiares de José salieron al encuentro de los atletas, con intercambio de saludos y el recuerdo de José asomando entre la niebla.

En el siguiente empujón el grupo se plantó en Cuarte, donde se produjo la estampida cual salida de un encierro de San Fermín, como gritó uno de los presentes. Hasta la ITV, con paso por el IES Pirámide, cada uno puso a prueba sus fuerzas y se midió con el compañero de viaje, lo que hizo que el gran grupo se disgregara en mil pedacitos.

No hubo premios para los mejores clasificados. El castigo para los más osados fue esperar junto al convento de las Teresas a los más lentos y rezagados.

Todos juntos, y protegidos por la Policía Local, se reanudó el ritmo en dirección a la capital, sorteando obras, baches y rotondas sin tener que lamentar ningún percance. Para no infringir las normas de circulación, la entrada en el Hospital San Jorge se hizo en dirección contraria a la de otros años, previo rodeo a la rotonda de la gasolinera.

Fue el momento de los villancicos, este año mejor entonados que nunca, y de hacer la ola sin salpicar. La canción del Cola Cao tuvo menos éxito que otros años, quizá porque los más jóvenes ya han crecido con bebidas energéticas. Los cánticos arreciaron a la entrada de las calles de Huesca, donde este año, quizá por el frío, hubo menos gente que en anteriores ediciones, pero no faltó el apoyo, los ánimos y el cariño desde las aceras.

Vuelta por la plaza de Navarra, Porches de Galicia y Coso Alto para enfilar la calle San Jorge de regreso a la meta en el aparcamiento del camping.

MARÍA JOSÉ PUEYO

La última parte del recorrido contó con una participante de lujo, la serrablesa María José Pueyo, que se acercó a la salida y, después de hacer unas series de entrenamiento en el parque, se sumó al grupo en la entrada de Huesca.

María José ha sido una asidua en las últimas ediciones y ayer no se quiso perder la oportunidad de estar junto a los atletas populares con quienes comparte un especial y recíproco cariño. Además, participó en el almuerzo navideño con el que se cerró la matinal, con las viandas, empanadicos, polvorones, cava, bombones... que aportaron los propios participantes.

Otro de los veteranos que acudió a la cita fue Fernando Tresaco, recién llegado de Zúrich, quien conoció a lo largo del recorrido a Moisés Mateo Montañés, auxiliar de Segunda División adscrito a la delegación oscense de árbitros.

ÁLBUM DE FOTOS EN LA WEB

El álbum fotográfico de la carrera se puede consultar y descargar gratuitamente y con alta resolución en la web del DIARIO DEL ALTOARAGÓN.

Fuente: diario del alto aragon.es

ENLACES:

2476. María José Pueyo será la estrella invitada de la XXII San Silvestre Crevillentina. La actual campeona de España de maratón estará en la salida.

2472. Eliseo Martín y María José Pueyo corren en Burlada y Yecla.

2423. María José Pueyo novena en el Cross de la Constitución. La victoria correspondió a la keniana Jane Kiptoo seguida de la etiope Etea Bedadase.

2356. María José Pueyo vuelve a sus raíces. La serrablesa anunció su fichaje por dos años con el club Grupos de Montaña Sabiñánigo.

2318. María José Pueyo vence en el Cross Espada Toledana. Elena Moreno se hizo con la segunda plaza e Irene Alfonso fue tercera.

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