LA HABANA, CUBA.- Para el cubano vallista Dayron Robles haber obtenido la medalla olímpica no fue el mejor momento de su vida, pues el campeonato del mundo en Ostrava (República Checa) significó lo mejor de su carrera deportiva.
Ese triunfo logrado en junio de este año, cuando alcanzó la marca universal en los 110 metros con vallas fue con 12.87s, "una victoria que se la debo a Santiago Antúnez (su entrenador) a quien le debo todo lo que soy. Es un superentrenador, un padre, un amigo, el mejor del mundo en esta especialidad", dijo Robles.
Robles señaló que para el siguiente año ya tiene una meta fija, "romper la marca mundial de los 60 metros vallas", según trascendió en el diario Granma. "Para ello cuento con Santiago, quien me enseñó a concentrarme antes de cada arrancada, es un gran acierto y de ahí vienen los triunfos".
Dayron señaló que sus triunfos los acepta con mucha tranquilidad, sin embargo, cuando pierde es lo contrario "porque las derrotas obedecen a errores propios, eso de ma da mucho coraje, aunque de cada una de las derrotas saco una enseñanza".
Respecto a la rivalidad con el chino Liu Xiang, aseguró el cubano que no existe tal, todo es competencia, "en realidad fuera de la pista somos grandes amigos", dijo.
"Lamenté mucho su lesión durante los Juegos Olímpicos de Beijing, pues hubiera preferido ganar la medalla de oro con él en un carril, pero su lesión se lo impidió y todo cambió para bien mío". En cuanto a la fama que ha adquirido, agregó "hay que saberla llevar porque te puede afectar muchísimo".
Finalmente el cubano velocista aseguró que en enero irá a Europa para algunas competencias (seis o siete) bajo techo y buscará el resultado perfecto y romper el récord del mundo. Más tarde, en agosto, el deportista de 22 años de edad asistirá al Mundial de Alemania.
Fuente: informador.com
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