GALÁN| COLPISA
Edurne Pasaban está concentrada en su duodécimo 'ochomil'. La alpinista guipuzcoana (Tolosa, 1973) se prepara junto a sus compañeros habituales de cordada para afrontar una nueva expedición en primavera. De la mano de 'Al filo de lo imposible', Pasaban atacará el Kangchenjunga, una montaña de 8.598 metros en la frontera entre India y Nepal. Es su gran objetivo del año, aunque no descarta intentar otra ascensión que la acerque un poco más a su sueño: ser la primera mujer que hace cumbre en las 14 montañas más altas del planeta. En medio de sus entrenamientos, le pilló la marcha de Sebastián Álvaro, director y creador del programa. -Le quedan tres 'ochomiles' para hacer cumbre en las 14 montañas más altas del mundo.
-Sólo tres, sí. La intención es ir en primavera a Kangchenjunga, con 'Al filo de lo imposible' y el equipo habitual: Alex Chicón, Ferrán Latorre, Asier Izagirre (primo de Edurne) y Mikel Zabalza. Desde que me metí en este proyecto y siempre que hemos podido, he preferido trabajar con las mismas personas. Tenemos una gran confianza entre nosotros.
-¿Se acostumbra a tener una cámara detrás todo el día?
-Bueno, bueno (risas). Tengo que reconocer que se me hace raro, sobre todo en altura. Arriba tienes la obligación de sacar unas imágenes aunque el tiempo no sea muy bueno o no te apetezca porque estas cansada. Pero luego ves el resultado y es increíble.
- Y las nuevas tecnologías ayudan.
-Sí claro. Ahora es mucho más fácil que hace diez años.
- 'Al filo de lo imposible' se ha quedado sin Sebastián Álvaro. ¿Crees que cambiará el programa?
-El espíritu será el mismo. Sebastián es el creador y es su hijo, está claro. Pero ahora sólo espero que podamos hacer un programa tan bueno como lo hacía él y sin cambiar la filosofía del programa.
-Además de 'Al filo', ¿ha pensado en hacer otro tipo de programas?
- Me encantaría. Pero depende de qué programas. No me veo en ningún 'reality' (risas), pérdida en una isla. Seguro que no. Me matan por aquí si me voy (risas). Me lo pensaría si fuera un programa serio, que tenga algún valor para mí.
-¿Algo relacionado con la naturaleza?
-Es una idea. La educación sobre el medio ambiente, por ejemplo, es un apartado que habría que tratar más en la televisión. Pero de momento estoy centrada en los 14 'ochomil', en entrenar y acabar esto. Después me encantaría que me salieran las mismas oportunidades que he tenido hasta el momento.
-Son tres las mujeres que luchan por llegar a los 14 'ochomil': usted, Gerlinde Kaltenbrunner y Nieves Meroi. ¿Qué proyectos tienen sus competidoras?
-Gerlinde va a ir al Everest también esta primavera y Nieves no sé a dónde irá. Seguro que buscará alguno para seguir en la carrera.
-¿Qué le hace más ilusión: ser la primera o conquistar las cumbres?
-Creo que es un reto personal, sólo mío. No lo consideró una carrera porque no compito contra nadie. Es buena esta filosofía porque nos jugamos la vida en un deporte en el que el factor riesgo es muy grande. Lo único que quiero es terminar.
- ¿Va a subir uno por año?
-Ya veremos. Espero que en 2009 vayamos a dos, uno en primavera y otro en otoño, seguramente el Shisha Pangma. Si el tiempo es igual que el de este año, podremos conseguirlo.
-Ahora hay mucha gente que sube 'ochomiles'. ¿Siente que no se valora lo que están haciendo?
- A veces es cierto. Leí el otro día que este año habían subido al Everest 86 personas, que es una barbaridad. Esto hace que se infravalore y que quede de cara al público como algo fácil. En otras cumbres no puede haber tanta masificación como en el Everest.
Fuente: el diario montanes.es
7 dic 2008
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